El SUP reclama más pistolas táser ante el incremento de las agresiones a policías

El Sindicato Unificado de la Policía (SUP) denuncia el incremento de las agresiones a agentes en la Comunidad, que, asegura, ya se han convertido en «una tónica diaria». Ante esta realidad, esta organización solicita al Ministerio de Interior un incremento de las pistolas eléctricas tipo táser con que cuenta el cuerpo y un endurecimiento de las condenas.

En un comunicado el SUP explica que en la Comunidad la Policía Nacional dispone de 23 de estos dispositivos para una plantilla que ronda los 1.600 policías. Una cifra que tildan de «ridícula» y que, explican, va unida al hecho de que solo existen un centenar de agentes que están habilitados oficialmente para su uso. Estos números, remarca, «nos dan la dimensión de la necesidad urgente de dotar de mas medios y mas formación a los compañeros de nuestra jefatura».

A esta supuesta falta de medios que denuncia el SUP se unen, según explica en un comunicado, «otras incidencias como averías (cuatro actualmente), falta de previsión y problemas de planificación». Una realidad, sostiene, que ha provocado que, desde hace un año, 16 pistolas táser se encuentren almacenadas sin poder distribuirse por diversos problemas técnicos.

«Las agresiones sufridas por los policías nacionales en las ciudades de nuestra región son, al igual que en el resto de España, una tónica diaria», remarcan desde el sindicato. «Al ya perdido principio de autoridad, hay que sumar una sensación de impunidad, de falta de castigo ante estas actitudes, que provocan un incremento de las agresiones a los compañeros que cada día intervienen en la calle».

El SUP hace hincapié en la necesidad de, ante estas agresiones a los agentes, «aplicar las condenas más duras contempladas en nuestra legislación». El sindicato reclama además al ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, «que se involucre igual que lo hace para con otras policías autonómicas y nos dote de los medios materiales adecuados». Esta organización denuncia, en este punto, el «abandono» que sufre la plantilla de la Región «en detrimento de otras policías que parecen contar con medios humanos, económicos y materiales ilimitados».

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