CRISTIAN REINO
Martes, 13 de diciembre 2016, 01:06
El juez de La Seu d'Urgell (Lérida) que investiga a los padres de Nadia, la pequeña de once años que sufre una enfermedad rara, sigue recabando pruebas en un caso que se complica por momentos. El magistrado solicitó ayer al Registro Civil de Palma de Mallorca el certificado original donde conste el nacimiento de la niña, así como también el testimonio del cuestionario para la declaración del nacimiento y el informe del facultativo que asistió al nacimiento.
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El juez de Instrucción número 1 trata de saber si Fernando Blanco y Marga Garau son realmente los padres biológicos de la niña. Las dudas surgieron durante la declaración de los progenitores el viernes pasado, cuando el padre dijo que Nadia es «como una hija», según reveló ayer 'El País'.
Los padres de la menor están acusados de haberse presuntamente apropiado del dinero recaudado por la fundación creada para curar a la niña y ser tratada en EE UU. Se sospecha que los padres ingresaron más de 900.000 euros y que se habrían gastado en asuntos personales y artículos de lujo cerca de 600.000. Algunas fuentes apuntan que el dinero obtenido por donaciones desde el año 2008 podría ser aún mayor.
Según el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, el juez acordó una serie de diligencias encaminadas a conocer el patrimonio de los padres. Para ello, encargó a la Oficina de Recuperación y Gestión de Activos (dependiente del Ministerio de Justicia) la localización de todos los bienes (incluyendo cuentas bancarias y otros productos financieros) de los padres y de la fundación constituida para gestionar las donaciones. Así, autoriza recabar información en la Agencia Tributaria, en la base de datos notariales y en la Tesorería General de la Seguridad Social.
La gravedad de la enfermedad de la niña no acaba de estar clara para el juez. Para comprobar la veracidad del diagnóstico, ordenó ayer comprobar todos los datos médicos que los padres de Nadia han hecho públicos, entre ellos, que sufre una tricotiodistrofia desde su nacimiento. Por ello, instó al médico forense a que informe sobre el estado de salud de la niña en virtud de la documentación aportada, dando un plazo de una semana para que se entregue. Por el momento, no ha ordenado el reconocimiento médico de la pequeña, que se encuentra en Palma, en casa de una tía materna, después de retirar la custodia a la madre el viernes.
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Asimismo, el juez solicitó al colegio de la menor que informe sobre las faltas de asistencia de Nadia y citó a declarar a dos profesionales del centro educativo. También requirió la relación de hospedajes en Francia de los padres en los últimos cinco años.
El juez sospecha que los padres podrían haber simulado la enfermedad de la niña. Según el testimonio de los progenitores, Nadia padece tricotiodistrofia desde su nacimiento, en 2005. Se trata de una enfermedad de las llamadas raras. De hecho, algunas fuentes cifran en una treintena los casos que existen en todo el mundo.
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Es una patología de origen genético que provoca anomalías en el pelo, retraso en el desarrollo físico y mental, envejecimiento prematuro y fotosensibilidad en la piel. «Hoy por hoy no tiene ningún tipo de tratamiento, no tiene cura, son tratamientos paliativos en función de que vayan saliendo cada uno de los síntomas. Se trata de sobrellevar de la mejor manera posible», explicó en La Sexta Javier García Planells, presidente de la Asociación Española de Diagnóstico Prenatal.
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