la verdad
Sábado, 29 de octubre 2016, 00:14
Los cambios de horario de primavera y de otoño obedecen a una normativa europea que afecta a todos los estados miembros de la Unión. El objetivo es aprovechar mejor las horas de luz solar para ahorrar energía al consumir menos electricidad. Y aunque las eléctricas apenas apuntan un cambio significativo en el consumo, lo que sí es cierto es que el cambio de hora afecta más a las personas que a las facturas de la luz.
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Durante esta madrugada, a las 3.00 han vuelto a ser las 2.00, de tal forma que este domingo tendrá 25 horas. Para los relojes es un cambio mínimo, pero algunas personas pueden llegar a notar los efectos de forma considerable en su organismo y sufrir alteraciones en el sueño, cambios en el estado anímico, cansancio, irritación, falta de concentración e incluso pueden ver afectados sus hábitos alimenticios.
El culpable de que nos afecte el cambio horario es el cerebro, que sigue funcionando a su ritmo habitual y tarda unos tres o cuatro días en adaptarse al nuevo ritmo. Es nuestro reloj mental el que regula nuestro sistema a través de los niveles de hormonas y actividades celulares, por lo que cualquier cambio en la rutina puede provocar desorientación.
Los niños y los mayores son los más afectados por el cambio de hora. Y aunque el efecto en nuestra salud de todas estas consecuencias es leve, apenas imperceptible y en ningún caso dañino, los expertos recomiendan algunos consejos para que el cambio horario nos afecte lo menos posible.
1. Irse a la cama una hora más tarde de lo habitual el día antes del cambio. Este pequeño gesto hace que el cambio sea menos brusco y ayuda a la mente a cambiar de chip de manera más fácil.
2. No dormir siesta el primer día del cambio horario, ya que retrasaría la adaptación al nuevo reloj y acrecentaría los efectos mencionados.
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3. Evitar los excitantes como el café, el té o el alcohol. La primera razón es para que no alteren las horas de sueño; la segunda, para que no influyan en nuestro sistema nervioso y en los niveles de irritabilidad.
4. Practicar ejercicio durante la mañana de este domingo. Con una pequeña dosis de ejercicio físico, podremos afrontar el día con energía y nos estaremos más cansados al llegar la tarde. El deporte debería ser un hábito regular en nuestro día a día, pero si no estamos acostumbrados a él, practicar un poco el mismo día del cambio horario facilitará la relajación mental y la adaptación corporal solo nos durará un par de días.
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