Un japonés paga 10.000 euros por un racimo de uvas

Es la uva más cara del mundo. La variedad 'Ruby roman' se ha convertido en un lujo solo al alcance de algunos privilegiados. Por un racimo de esta fruta, un japonés ha pagado este jueves 10.000 euros en una subasta. El comprador, dueño de una tienda, pondrá esta pieza a disposición de sus clientes para que puedan degustarla.

Pero, ¿qué hace tan especial a la uva 'Ruby roman'? Desde 2008, en Ishikawa (Japón) cultivan esta variedad con un control exhaustivo que certifica y garantiza su calidad. Su intenso color rojizo y tamaño similar al de una pelota de ping-pong ha hecho que se convierta en un producto exclusivo.

Las cooperativas agrícolas organizan este tipo de ventas frutícolas para llamar la atención de la prensa y la curiosidad de los consumidores. Los compradores, por su parte, pagan estos precios desorbitados para adquirir las frutas más lujosas y dar así notoriedad y prestigio a sus tiendas. Los japoneses consideran estos productos boatos como un obsequio muy apreciado.

El año pasado, por ejemplo, una sandía se vendió por 350.000 yenes (3.150 euros) y dos melones Yubari, una de las frutas más conocidas en Japón, encontraron comprador por 1,5 millones de yenes (13.400 euros).