pablo ojer
Miércoles, 15 de julio 2015, 01:59
A las 12 en punto de la noche, ni un minuto antes ni un minuto después, las fiestas de San Fermín de este año 2015 han concluido. Eso sí, no sin antes escuchar un llamamiento del alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, para volver dentro de un año para celebrar los próximos Sanfermines, unas fiestas que construiremos entre todos y todas, ha asegurado.
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Pero este llamamiento lo ha realizado Asirón después de que una sonora pitada haya impedido escuchar cuando se ha dirigido a las miles de personas que se han congregado en la plaza Consistorial en euskera. Preguntado por la pitada, el alcalde de Pamplona la ha achacado a que siempre que se dice que se han acabado las fiestas de San Fermín se pita. Sin embargo, en el momento en que Asirón se ha dirigido al público en castellano, los pitidos han cesado y se han podido escuchar nítidamente sus palabras.
El tradicional cántico del público asistente, pañuelo rojo al aire e iluminados por velas, de Ya falta menos y una traca de fuegos artificiales ha puesto punto y final a unas fiestas que ya comenzaron con polémica cuando el alcalde ordenó colocar la ikurriña en el balcón principal. Esta acción, al igual que la del Pobre de Mí, no sentó bien a una buena parte de la población y Asirón ya tuvo que escuchar pitidos durante la Procesión de San Fermín el pasado 7 de julio.
Para el líder de la oposición, Enrique Maya (UPN) éste no fue el único punto negro. A ello, ha añadido el ahogamiento de un joven en el río Arga el mismo día del Chupinazo y la agresión sexual que sufrió una joven la noche del 9 al 10.
A esta agresión también se ha referido el alcalde de Pamplona. Para Asirón este año se ha logrado aminorar las agresiones sexistas, especialmente durante el comienzo de fiestas pero todavía nos queda mucho trabajo por hacer. Sin embargo, este lamentable y condenable suceso no ha podido empañar unas fiestas que han sido calificadas como magníficas por parte de Asirón. Las más tranquilas en muchos años, ha asegurado.
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Además de por estos sucesos, los Sanfermines de 2015 pasarán a la historia también por sus encierros. Ha sido la primera vez que un toro, en el encierro del día 11, regresó a los corrales de Santo Domingo y tuvo que ser trasladado a la plaza de toros en camión. Y también por haber vivido uno de los encierros más rápidos de la historia. Concretamente la última carrera, protagonizada por los Miura, que emplearon tan sólo 2 minutos y 5 segundos en recorrer los 850 metros que separan los corrales de Santo Domingo y los toriles de la plaza de toros. El balance final de los encierros de San Fermín 2015 es de diez personas heridas por asta de toro, dos más que el año pasado, aunque ninguna de las cornadas reviste especial gravedad. Y otras 27 personas tuvieron que ser trasladadas a centros hospitalarios por golpes y contusiones, aunque casi la mitad, 11, se produjeron en el encierro del día 7 de julio.
Una vez cantado el Pobre de Mí los miles de asistentes al acto se han diseminado por el casco antiguo de la ciudad dispuestos a alargar unas horas más las fiestas más internacionales de cuantas se celebran en España, los Sanfermines.
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