«No sirve de nada hacer cábalas»

No sabe lo que hará el día que acabe el confinamiento, sabe lo que le apetece: «Tomar unas cañas con mis amigos, mi familia, verles y abrazarles». El futuro, afirma Rafa Val, cantante de la banda murciana Viva Suecia, es «demasiado incierto» para hacer planes. También desea con fuerza «salir a tocar», pero esto, reconoce, es más complicado.

«Temiendo lo peor, es muy probable que no podamos tocar en grandes recintos y no sabemos si podremos hacerlo en salas pequeñas. Todavía es pronto, pero esto, para las bandas, que viven de los directos, es un palo bastante grande». Habla el músico murciano del escenario que se encontrarán grupos y artistas una vez que se levante el confinamiento. Trata, no obstante, de «no venirse abajo antes de tiempo» porque mientras no tengamos datos ni sentencias fiables no sirve de nada hacer cábalas y preocuparse de algo que todavía no ha ocurrido», señala convencido, eso sí, de que habrá algún resquicio de luz por el que poder avanzar: «En este gremio estamos acostumbrados a vivir sorteando palos, y de alguna manera nos adaptaremos a la nueva situación; al final la gente necesita ir al cine, a un concierto, a un bar..., tendremos que adaptarnos, pero sucederá».

Cree Rafa Val que no solo la música deberá buscar nuevas fórmulas para desarrollarse, sino que todos los ciudadanos se verán empujados a ello; a adoptar, dice, «ciertas medidas y distintas maneras de relacionarnos durante un tiempo». Será «por obligación» y no «por un ejercicio introspectivo o de escarmiento», y una vez que todo haya pasado, que el riesgo sea cero, «retomaremos nuestros vicios anteriores con celeridad. Vivimos del contacto físico, y siendo murcianos, más».

La experiencia, añade, no dejará lecciones: «No tengo tan claro que vayamos a aprender una enseñanza vital en tanto que el mundo siga moviéndose por los mismos valores, y esto va a seguir así», vaticina.

Los días de encierro los aprovecha para leer, ver películas y tocar, aunque sea desde el salón de casa: «La música es una necesidad, siempre lo ha sido, y ahora más que nunca», defiende el artista. La comunicación con el resto de componentes del grupo –Viva Suecia lo forman, además de Rafa Val, Alberto Cantúa, Jess Fabric y Fernando Campillo– es por videollamada. Siguen trabajando, subiendo canciones a internet realizadas desde casa, e «intentando ofrecer contenido de calidad». A finales del pasado año publicaron su tercer disco, 'El milagro', y ahora deberían estar de gira por toda España. Su nombre todavía cuelga del cartel de muchos festivales que todavía no sabe con certeza si finalmente se celebrarán.

Antes de que la vida se pausara, que al menos dejara de ser la misma, «vivíamos –reconoce Rafa Val– en una vorágine de conciertos, entrevistas, fotos, discos... y cuando uno está dentro de todo eso no es muy consciente de las cosas que ocurren. Analizábamos todas las cosas siempre a posteriori, tomando distancia; ahora que todo se ha parado es cuando echamos de menos ese ajetreo, incluso las cosas malas que conllevaba, y valoramos lo afortunados que éramos y lo afortunados que seguimos siendo», concluye Rafa Val.