Antonio José Espín, el pasado viernes en Bullas. JAVIER CARRIÓN / AGM

Antonio José Espín: «Siempre hay quien quiere que nos quedemos en silencio y en el armario»

«Si seguimos registrando casos de discriminación es porque no se están garantizando todos los derechos para todas las personas», dice el diputado regional del PSOE

Domingo, 28 de junio 2020, 08:16

Antonio José Espín, 34 años, de Bullas, apasionado del campo, maestro de Primaria, diputado socialista, gay, amplia sonrisa... pueden escoger el orden que quieran para ... la descripción de este joven metido en política porque él se siente todo eso a la vez y más. Su irrupción en la primera línea de la actualidad regional, hace poco más de un año, la lleva ahora con toda naturalidad, la misma con la que ha accedido a hablar con LA VERDAD en esta semana del Orgullo 2020.

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–¿Qué espera del nuevo paquete de leyes de igualdad que prepara el Ejecutivo de Sánchez-Iglesias?

–Las cifras de inclusión nos hacen ver que hay que seguir trabajando en todos los ámbitos, sobre todo el laboral y el educativo, y por eso es necesaria la nueva legislación. Se tiene que definir mejor el marco de convivencia, porque si seguimos registrando casos de discriminación es porque no se están garantizando todos los derechos para todas las personas.

–¿Cuáles son las discriminaciones que ha sufrido en su trabajo como maestro?

–De manera directa ninguna. Como profesional de la educación, lo más importante para mí es el bienestar de las niñas y niños que tengo en el aula y me esfuerzo, como todos los docentes, para que reciban el mejor trato. Pero sí es cierto que he notado el recelo de algunos padres que, conociendo mi homosexualidad, han podido pensar equivocadamente que no soy el mejor para educar a sus hijos. Por suerte, son los menos.

–¿Y en su vida personal?

–Dos o tres ocasiones en las que los típicos mayores se metían conmigo cuando estaba con mis amigos por la calle o en el parque, tendría yo 15 o 16 años, pero no pasaron de ahí. Siempre me he sentido muy protegido por mi círculo más cercano, han sido como un escudo que me ha alejado de esas posibles agresiones.

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–¿Se trata de una cuestión de conciencia social?

–Sí, al final siempre es una cuestión de conciencia social y también de asumir derechos, para eso están las leyes en un Estado de Derecho. Nos relacionamos con los demás gracias a ellas.

–Por su exposición pública, ¿se considera un referente?

–Sinceramente, nunca me he considerado un referente de nada. Soy un maestro por vocación y ahora estoy en política de manera transitoria, pero sí soy consciente de que las personas como yo somos un altavoz porque podemos hacer llegar un discurso potente a muchas personas, hacemos leyes que cambian la vida de la gente. También soy consciente de la responsabilidad que eso conlleva y que, de alguna manera, podemos ser un ejemplo.

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–¿Cómo es ser joven, homosexual y de izquierdas en un lugar como La Copa de Bullas?

–Se necesita un punto más de valentía, porque los círculos son más cerrados en un lugar de unos 700 habitantes, aquí nos conocemos todos. Pero teniendo una familia tan abierta sí es cierto que yo lo he tenido más fácil y tengo que decir que nunca he tenido miedo ni reparos de ningún tipo.

Así lo ve

  • Política «Siento como si se nos pusiera a las personas LGTBI el requisito de aportar un plus»

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–¿Cuál fue el punto de inflexión, ese momento en el que se abren las puertas del armario?

–Primero se lo dije a mis hermanas mayores, luego a mis amigos y finalmente a mis padres. Mi padre me dijo que pensaba que le iba a presentar a un novio, que lo de gay ya lo sabía.

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–Eso me parece grandísimo...

–Es que mi padre es muy grande, creo que fue su forma de destensar la situación. Estaba viendo que su hijo pequeño lo estaba pasando mal y esa medio broma era su manera de protegerme y apoyarme.

–A veces no sabemos cómo van a reaccionar los padres, porque son de otra generación.

–Cierto, vas a contarles tu verdad y lo que sientes con algo de reticencia porque no sabes como se lo van a tomar. Yo he tenido mucha suerte, incluso con mi abuela Josefa, que tiene casi 100 años y esto lo ve de lo más normal.

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–¿Le pregunta por su novio?

–¡Sí! Ja, ja, ja, se lleva muy bien con Juan, llevamos casi dos años juntos y se llaman por teléfono para hablar de vez en cuando.

–Después de todas esas leyes de igualdad, las que ya existen y las que están por venir en breve, ¿cuáles son los retos de las personas LGTBI?

–Hemos de seguir trabajando mucho, ahora sobre todo para no dar pasos atrás, porque siempre hay quien quiere que nos quedemos en silencio y en los armarios. Eso sucede con medidas como la del veto parental, que no comprendo cómo Ciudadanos la apoyó en la Asamblea, o que no desarrollen la ley regional LGTBI que lleva tiempo aprobada; en ese punto están perdiendo el centro.

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–¿Y en su acceso en la política? ¿No tuvo problemas con sus compañeros de partido?

–Ninguno, no en el PSOE. Sin embargo, sí es cierto que, en política, siento como si tuviera que demostrar un extra en la gestión y en cómo llevo mi labor. Exactamente como les pasa a muchas mujeres, es como si se nos pusiera el requisito de aportar un plus, que las personas LGTBI podemos estar, pero no liderar.

–¿No estamos preparados para tener un presidente de Gobierno abiertamente gay?

–Yo quiero pensar que sí.

–Ya para terminar Antonio... ¿Cree que el amor puede ser un acto de rebeldía?

–El amor es amor.

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