La carroza de la princesa Meiamén portada por 65 'maromeros', directivos del Paso Azul.

Moisés, Ramsés II y la princesa Meiamén, en el esplendoroso Egipto del Paso Azul

I. R. / P. W. R.

Lunes, 21 de marzo 2016, 01:12

Nefertari, casada con Ramsés II antes de la ascensión de éste al trono de Egipto y su esposa principal durante 26 años y madre de su hijo mayor, desfiló ayer en el cortejo azul en litera. Lo hizo a hombros de 48 esclavos que la portaron por la carrera principal. La conocida como 'Gran esposa del rey', 'Esposa del Dios' y 'Aquella por la que brilla el sol' tuvo un papel principal en el periodo de Ramsés II, que le fue recompensado con su propio templo en Abu Simbel y con la que posiblemente sea la más bella de las tumbas egipcias en el Valle de las Reinas. Fue una verdadera mujer de estado, que propició el cese de hostilidades entre Egipto y el Imperio Hitita con sus cartas de paz al emperador Hatusili III y a su esposa. El resultado fue el conocido como 'Tratado de paz perpetua' (Tratado de Quadesh). Murió -según la hipótesis más extendida- en torno al año 26 del reinado de Ramsés II (1256 a. c.), contando entonces con entre 40 y 50 años.

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La 'Amada de Mut' desfiló junto al Grupo del Faraón, que preside la carroza de la princesa Meiamén, encarnada este año por la joven azul Laura Treviño Viúdez, y de la que tiran 65 esclavos, conocidos como 'maromeros', la mayoría directivos del Paso Azul, que van marcando el paso de forma sonora. Mucho antes se pudo ver a Ramsés II, uno de los faraones más célebres, que desfiló sobre la Barca Sagrada que portan una treintena de esclavos y que acompañan media docena más con plumeros.

Esclavas egipcias arrojando pétalos, timbales y trompetas también desfilaron. Detrás, el grupo del Triunfo de José, integrado por cuatro cuadrigas cuyos caballos desfilaron al galope, levantando la arena a su paso por la carrera principal de la Semana Santa. El graderío azul lanzaba vítores y alzaba sus pañuelos al cielo. La Caballería Egipcia, infantería y banda egipcia dieron paso a los nazarenos de la Virgen y el estandarte de San Juan.

El cortejo azul se abría con el estandarte de la Santísima Virgen de los Dolores, titular del Paso Azul, y los exploradores a la tierra de promisión. Tras ellos, la infantería romana, la banda romana y las banderas. Le seguía uno de los personajes más característicos del cortejo azul, la profetisa Débora y cuarto juez del Israel premonárquico del Antiguo Testamento. A continuación, Antioco IV, Epifanes y los etíopes.

Los jinetes sin montura volvieron a ser los protagonistas indiscutibles de la carrera con las piruetas que llevaron a cabo sobre sus caballos. Desfilaron a la carrera junto a las tribunas y, a su paso, el público se levantaba y gritaba animándolos. El carro de Moisés mostró uno de los bordados más magníficos de la noche, de gran colorido y que destaca por su peculiar trazado, con una greca en oro.

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Vistosos azules que se entremezclan con rosas y verdes dando vida al pasaje en el que el personaje principal es recogido de las aguas del Nilo por su madre adoptiva, la princesa Meiamén. El manto se puede contemplar en el Museo Azul de la Semana Santa, Mass, en las vitrinas del claustro del antiguo convento de San Francisco.

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