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Dos operarios de Sillas Gil descargan un camión, en la calle del Carmen, la víspera del Viernes de Dolores.

El alquiler de sillas, un negocio muy rentable

Un economista calcula que las cofradías podrían embolsarse 280.000 euros cada año si gestionaran ellas ese servicio. El estudio realizado por una empresa malagueña demuestra los beneficios sociales y económicos que supondrían para los desfiles y para la ciudad

ANTONIO LÓPEZ

Domingo, 20 de marzo 2016, 00:55

Ver las procesiones en un lugar privilegiado y cómodamente sentado tiene su precio para el público y su buena rentabilidad para la empresa concesionaria del servicio. Sillas Gil es desde hace años la encargada de ofrecer durante buena parte del recorrido asientos y gradas para que procesionistas, visitantes y turistas no pierdan detalle de los desfiles pasionales, que cada año reúnen a miles de personas en las calles de Cartagena. Son diez días de un negocio rentable, cuyos beneficios, lejos de quedarse en la ciudad, vuelan rumbo a la vecina provincia alicantina.

De esas lucrativas ganancias, las cofradías reciben una cantidad estipulada en el contrato que saca a concurso público el Ayuntamiento cada dos años, pero el dinero que reciben no es tan abultado como el que podrían recoger si la gestión de este servicio estuviera en sus manos.

El canon que perciben al año asciende a unos 70.000 euros, una cantidad que podría multiplicarse hasta por cuatro, si la explotación durante las procesiones estuviera en sus manos, según un informe elaborado por el estudio de arquitectura DZstudio, la empresa de soluciones tecnológicas MacSoporte SL y el economista Francisco Cobos Cobo, de Málaga. A esa cantidad hay que añadir el cheque de La Llamada que el Ayuntamiento da cada Miércoles de Ceniza y que este año ha ascendido a 183.000 euros.

Estas empresas ya realizaron un proyecto similar para la Semana Santa de Málaga y allí este año será el último que las sillas estarán gestionadas por una empresa privada. En este caso, el beneficio íntegro por prestar ese servicio irá para las hermandades, que se han mostrado dispuestas a quedárselo.

50.000 personas

En Cartagena, según este informe, a lo largo de los días de procesiones, alrededor de 50.000 personas disfrutas de ellas sentadas, por un precio que oscila entre los 4 y los 7 euros, dependiendo de las calles, y la fila de sillas que se elija. El análisis realizado por este equipo técnico en base a las condiciones exigidas en el pliego municipal, arroja que los ingresos potenciales que la empresa consigue supera los 280.000 euros.

«Así conseguirían dos objetivos: aumentar considerablemente los ingresos de las cofradías y reducir o incluso eliminar, la subvención municipal», cuenta Francisco Cobos. Este economista ya ha presentado su proyecto al Ayuntamiento. «Un amigo cofrade cartagenero, muy involucrado en la Semana Santa, me pidió que hiciera un estudio similar al que hemos realizado en Málaga, porque se trata de situaciones similares. De noviembre a enero hicimos el estudio según las condiciones del contrato», añadió el economista.

En su opinión, «la explotación de la Semana Santa de Cartagena debe reportar beneficios a sus cofradías, pues resulta pernicioso para los cartageneros que el uso de su espacio público se licite con ánimo de lucro, cuando las procesiones necesitan ayudas municipales para que se realicen».

La propuesta pasa por un acuerdo entre la Junta de Cofradías y el Ayuntamiento de Cartagena, para cambiar el modelo de explotación, a través del sistema de gestión de sillas, que sería asumida por las propias cofradías.

Este grupo realizaría el proyecto técnico de instalación y seguridad necesarios, así como los procesos digitales que permitirían hacer la modificación de las instalaciones y de los servicios complementarios para los usuarios. Además se incluye el plan económico de explotación para conseguir el objetivo: la autogestión por parte de la Junta de Cofradías.

«Todo ello se basa en la adaptabilidad del servicio al público, la flexibilidad de precios y una mayor integración de los sectores hostelero y turístico, haciendo partícipe a todos de la aportación de riqueza que supone la Semana Santa de Cartagena», explicó Cobos a 'La Verdad'.

La idea es que además de un beneficio económico haya un lucro social, que tendría como consecuencia, según esta empresa, el desarrollo de acciones de carácter asistencial, formativo y laboral.

Proyecto Procesionista

El Proyecto Procesionista se completa con un detallado calendario de trabajo para cumplir los objetivos propuestos, los cuales vienen avalados por la experiencia de este equipo técnico, que también ha redactado el Proyecto Centenario para la Semana Santa de Málaga, una iniciativa que supone una revolución para las cofradías malagueñas y que el presidente de la Agrupación de Cofradías tiene entre sus objetivos para el próximo ejercicio.

El Ayuntamiento cartagenero cree que se trata de una propuesta «interesante», que está estudiando. «Hay que valorar y ver si se puede ceder la gestión del espacio público a las cofradías. El contrato de sillas que tenemos ahora acaba en 2017. Cuando tengamos que sacar el nuevo concurso se valorarán todas las posibilidades», explicó un portavoz.

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