La actual desaladora de Escombreras, junto a Enagás. Antonio Gil / AGM

La segunda desaladora de Escombreras se retrasa por discrepancias con la Consejería

La planta privada para la demanda industrial tiene la aprobación ambiental, pero debe construir un canal independiente para verter la salmuera

Sábado, 11 de mayo 2024, 08:04

La nueva desaladora que impulsa un grupo privado en el Valle de Escombreras para suministrar agua de uso industrial, sobre todo para atender la producción ... de hidrógeno verde, se ha topado con un obstáculo por parte de la Consejería de Agricultura y Agua que está retrasando el proyecto. Esta futura planta está promovida por los empresarios murcianos que son copropietarios de la actual desaladora de Escombreras, junto con ACS, la cual tienen arrendada a la Comunidad con un considerable gasto para las arcas autonómicas, pese a que actualmente produce bajo mínimos. La nueva instalación, que tendrá una capacidad de 25 hectómetros cúbicos, cuenta con la evaluación ambiental favorable por parte del Ministerio para la Transición Ecológica. No obstante, la Consejería rechaza compartir el emisario de la primera desaladora.

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El Ejecutivo regional argumenta que los promotores han actuado por su cuenta y que no pidieron permiso para utilizar dicho emisario antes de que se aprobara la declaración ambiental. Esta discrepancia impide que la Confederación Hidrográfica del Segura otorgue luz verde a esta nueva instalación, a la espera de que los promotores y el Gobierno regional alcancen un acuerdo, o que se modifique el proyecto. Finalmente se ha optado por esta segunda opción, daba la imposibilidad de llegar a un acuerdo. Esto ha obligado a la empresa a rehacer el proyecto para construir un nuevo canal independiente para el vertido de salmuera, el cual tendrá que someterse a una nueva evaluación ambiental.

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Llegar hasta Los Camachos

Este proyecto de la empresa Recursos Hídricos del Levante empezó a tramitarse hace dos años en la CHS y en teoría debería contar ya con la autorización para construir las nuevas instalaciones en unos terrenos del Valle de Escombreras, a escasa distancia de la primera desaladora. Los recursos hídricos se destinarán a atender la demanda industrial actual y futura de las empresas del valle, en particular las dedicadas al desarrollo de hidrógeno verde, que necesita mucha agua en sus procesos de producción, como señaló José Caballero representante de la empresa, cuando el proyecto fue presentado al organismo de cuenca.

La inversión prevista es de unos 60 millones de euros, a los que habría que sumar los costes de futuras canalizaciones, ya que el objetivo es atender también el consumo futuro de las empresas que se ubiquen en el polígono industrial de Los Camachos

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La Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio dio el visto bueno al proyecto el año pasado, partiendo de la base de que no habría que construir nuevas infraestructuras para la toma de agua de mar y para el vertido de la salmuera, ya que de esa forma el impacto era menor en el dominio público marítimo terrestre. La idea inicial de los empresarios era construir un emisario independiente, aunque el Ministerio propuso que se aprovecharan una toma de agua de Enagás, así como el emisario de la primera depuradora para «evitar efectos indeseados sobre el medio marino derivados de la construcción de las conducciones».

Los promotores son copropietarios de la actual desaladora y señalan que hará falta mucha agua para producir hidrógeno verde

La situación ha cambiado para los promotores. Estos podrán tomar el agua a través de la conducción de Enagás, pero no podrán utilizar el emisario de la primera desaladora cuya gestión depende de la Comunidad Autónoma a través de la entidad Esamur.

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Aviso de la Comunidad

La Consejería de Agricultura y Agua señala que esta inversión «es un proyecto privado en el que la Comunidad Autónoma no tiene nada que ver, y cuya autorización ambiental procede del Ministerio para la Transición Ecológica», Explica que en su momento se le comunicó al ministerio, a la Confederación Hidrográfica del Segura y a Jefatura de Costas «que los particulares fiaban su proyecto al uso del emisario de la desaladora de Escombreras, algo que no es real, dado que nunca solicitaron su uso previo a la declaración».

El rechazo a compartir un emisario obliga a los empresarios a modificar el proyecto y alarga los trámites

Las mismas fuentes añadieron que el Gobierno regional «ni se opone ni respalda el proyecto; simplemente deja claro que no se va a usar el emisario de la desaladora para otras infraestructuras». Los empresarios creen que dicho emisario tiene suficiente capacidad para las dos desaladoras.

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Respaldo del Ministerio a una fuente alternativa de agua que se adapta al cambio climático

La política del Ministerio encaminada a favorecer la desalación encaja como un guante en la nueva desaladora que proyecta la empresa Recursos Hídricos del Levante. La evaluación ambiental que acompaña este proyecto recoge las consideraciones de la Oficina Española de Cambio Climático, que señala que el proyecto «ofrece una fuente alternativa y permite hacer frente a los riesgos derivados de la reducción progresiva de recursos hídricos por efecto del cambio climático».

Los promotores de la futura desaladora intentaron sin éxito duplicar la capacidad de la planta actual. Una propuesta que no fue respaldada por el Gobierno regional, debido a los conflictos judiciales (el 'caso La Sal') y la polémica por la abultada factura que tiene que pagar la Comunidad por el alquiler de dichas instalaciones. Unos ingresos que debe abonar al Grupo ACS y a los mismos empresarios murcianos que impulsan la nueva desaladora. A esto se suma que la actual desaladora está bajo mínimos debido a las condiciones impuestas por la CHS a los regantes para que no contaminen el acuífero del Campo de Cartagena. Aunque una planta se destina al regadío y los abastecimientos, y la otra será para la industria, ambas pueden entrar en competencia, aunque los promotores consideran que habrá mercado para todos.

La autorización pendiente de la Confederación Hidrográfica para ejecutar las obras tendrá que esperar a que se modifique el proyecto con un nuevo emisario, y volver a pasar otra evaluación para evitar daños al medio marino en la dársena de Escombreras. Fuentes del organismo de cuenca indican que siguen «valorando las características y demás cuestiones del proyecto».

El presidente de la CHS, Mario Urrea, dijo recientemente que además de la ampliación de las desaladoras de Acuamed, la Confederación estudia la localización para construir otra planta de 65 hectómetros. Añadió que, mediante promotores privados, también se tramitan otras dos grandes desaladoras para atender tanto usos industriales del Valle de Escombreras, como de regadíos.

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