Secciones
Servicios
Destacamos
LA VERDAD
Martes, 4 de febrero 2025, 14:24
La Sección 1 de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Murcia (TSJMU) estima el recurso de responsabilidad patrimonial interpuesto por los familiares de un paciente que falleció tras ser sometido a una operación de amigdalectomía en el hospital Rafael Méndez de Lorca y condena a la Consejería de Salud y a una aseguradora a indemnizar a los padres del fallecido con 52.800 euros cada uno y a su hermana con 19.373,97 euros.
Los recurrentes exponían que el paciente sufrió un sangrado de la herida durante el postoperatorio, que fue convirtiéndose en una hemorragia sin que se le prestara la debida atención por el personal facultativo, evolucionando desfavorablemente y teniendo que ser trasladado a la UCI, en la que falleció.
La Sala recuerda que la responsabilidad patrimonial sanitaria de la Administración se configura como una responsabilidad objetiva y directa, derivada del artículo 106.2 de la Constitución y el artículo 32 de la Ley 40/2015. Y que, como ha reiterado el Tribunal Supremo, en el ámbito sanitario, la Administración solo responde si se acredita una indebida aplicación de los medios disponibles conforme a la práctica médica, sin que la mera producción del daño implique responsabilidad.
Así, tras la valoración de las pruebas periciales practicadas, concluye que ha resultado acreditado que «hubo algún aviso previo de sangrado, por mínimo que fuera, que no se controló adecuadamente, y que debiera haberse descartado un sangrado activo de una forma más rigurosa». Posibilidad que debió sospecharse cuando «a primera hora de la mañana ya se advirtió que notaba algo en la garganta, a las 12.30 presentó un sangrado, y a las 14.30 otro».
El Tribunal declara la responsabilidad de la Consejería de Salud de la Región de Murcia por la atención postoperatoria recibida por el paciente. «No se puede considerar conforme a normopraxis la asistencia sanitaria en este caso, pues se produjo el fallecimiento de un paciente joven y sano (…) ingresado en un hospital, en el que existían medios suficientes para solventar la incidencia que aconteció y que, precisamente, es un riesgo típico de una amigdalectomía», detalla la resolución. Los magistrados subrayan que la asistencia médica prestada no fue conforme a la 'lex artis', ya que no se adoptaron las medidas necesarias para detectar y tratar un sangrado postoperatorio que desencadenó el fatal desenlace.
La Sala considera probado que la falta de una respuesta médica adecuada a los signos que presentó el paciente tras la cirugía agravó su estado hasta hacerlo irreversible. «Si es posible que se produzca un sangrado que pase desapercibido, deben adoptarse las medidas necesarias para descartarlo, lo que en este caso no se hizo. Y el hecho de que el riesgo de sangrado conste en el consentimiento informado no ampara una infracción de la lex artis», concluye la sentencia.
La sentencia también impone las costas del proceso a la Administración y su aseguradora, hasta un máximo de 4.000 euros. Esta resolución no es firme y contra ella cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.