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JUAN F. ROBLES
CARAVACA.
Viernes, 4 de septiembre 2020, 03:11
Ni un alma. Las calles de la pedanía caravaqueña de Archivel llevan vacías desde el pasado domingo, cuando se diagnosticaron ocho contagios y los vecinos decidieron encerrarse en sus casas a la espera de las decisiones de las autoridades sanitarias. Archivel ha regresado a ... una Fase 1 «flexibilizada», anunció ayer el consejero Manuel Villegas.
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La población, de unos 1.200 habitantes, sufre varios brotes de coronavirus originados por celebraciones entre familiares y amigos. El alcalde pedáneo, Francisco Javier López, explicó ayer que, «aunque se ha dicho que una barbacoa entre un grupo de jóvenes fue la causa de uno de estos repuntes y que, además, había provocado que una persona esté ahora en la Unidad de Cuidados Intensivos, hemos podido comprobar que eso no es así. El vecino que está en la UCI no tiene relación con la celebración de la barbacoa, ni tampoco es joven, pues se trata de una persona mayor con patologías previas».
López permanece en contacto con varios grupos de vecinos. «La gente está respondiendo muy bien y, desde que saltó la alarma el pasado fin de semana, se han quedado en sus casas saliendo para lo imprescindible; aconsejamos que se confinaran voluntariamente y así lo hicieron».
La farmacia y el estanco son dos de los escasos locales que permanecen abiertos. Encarna Pérez, desde el mostrador donde vende tabaco, relata el miedo que están pasando. «Estamos muy preocupados y tenemos más incertidumbre que durante el confinamiento del estado de alarma». Tras la mampara de la farmacia, Mari Loli Pérez Medina, que hace varias semanas tuvo que quedarse en casa por precaución, cuenta que «hay muchos vecinos que vienen para preguntar qué se sabe. Ahora estamos más preocupados porque sabemos que el virus está muy cerca». Añade que «casi todos los vecinos tenemos, entre familiares y amigos, a alguien que está en cuarentena o en aislamiento por dar positivo».
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Alfonso Aznar ha decidido cerrar su pub. «Hay que actuar con prudencia porque la salud es lo primero», afirma. Tanto él como su familia se han hecho las pruebas y están a la espera de los resultados, al igual que otros muchos vecinos de esta pedanía.
Molina de Segura cierra desde ayer sus parques y jardines de diez de la noche a ocho de la mañana para prevenir contagios de coronavirus, pese a haber pasado de ocupar el puesto 7 al 16 por número de casos registrados en los 45 municipios de la Región. Así lo decidió ayer el Comité de Seguimiento municipal de la pandemia en una ciudad con una incidencia del virus en alrededor del 0,14% de la población, por debajo de la media regional, de aproximadamente el 0,16 %.
En los próximos días, comenzarán a trabajar en la localidad 12 rastreadores y se abrirá un punto para la realización de pruebas PCR que evitará los actuales desplazamientos al Hospital Morales Meseguer, de Murcia.
El Ayuntamiento de Fuente Álamo, el Área de Salud II y fuerzas de seguridad analizaron la evolución de la Covid-19 en la localidad, en una nueva reunión de la mesa de coordinación y seguimiento de la pandemia, cuyo objetivo es compartir información y coordinar acciones para frenar el avance de la pandemia.
La alcaldesa, Juan María Martínez, advirtió de «la grave situación actual de contagios en el municipio» e insistió en las medidas de control que ya se vienen tomando por la administración, así como la necesidad de incrementar los medios destinados a ello.
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