La cuenca del Segura, que está bordeando la situación de alerta por la sequía, tiene nueve pequeños embalses y presas de laminación completamente secos, ... una situación que afecta a tanto a la cabecera como a la Vega Alta. Se trata de los embalses de Boquerón, Charcos, Bayco, La Risca, Moratalla, Moro, Doña Ana, Los Rodeos y José Bautista.
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Unido a esto, el nacimiento del río Segura, en la provincia de Jaén, ha empezado a secarse en sus primeros tramos, según informó Canal Sur. Hacía siete años que su nivel no bajaba tanto; de hecho el acuífero se ha quedado por debajo de la cota de 1.500 metros de altitud, destacó. Esta zona lleva tres meses sin lluvias.
El impacto del cambio climático en los recursos hídricos y los episodios de sequía ya están pasando factura en la demarcación del Segura, según el informe de riegos elaborado por el organismo de cuenca. En cuanto a las aportaciones de agua en régimen natural, los modelos señalan una disminución de más de 100 hectómetros cúbicos anuales en el río Segura en el horizonte de 2039. Pasaría de 829 a 721 hectómetros si se toma en consideración la serie histórica más larga. Este descenso también afectará a los acuíferos no conectados al río.
Los estudios del Cedex prevén un incremento de consumo doméstico para el corto y medio plazo (años 2040 y 2070) de entre un 3% y un 6%. También contempla un incremento de la demanda en el regadío y en el estrés hídrico en el secano por el aumento de las temperaturas y la evaporación potencial, unido al cambio del régimen de precipitaciones. De acuerdo con los mismos estudio del Cedex, los cultivos permanentes (arbolado) presentarán un incremento mayor que los cultivos anuales (hortícolas), que tenderán a adaptarse más a las condiciones climáticas. Las cifras estimadas de aumento de la demanda para el conjunto de España, aunque con mucha incertidumbre, estarían entre -2% y 12% para los cultivos anuales y entre 4% y 27% para los permanentes a largo plazo.
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Adicionalmente, aunque aún no se dispone de estudios suficientes, el cambio climático puede llegar incluso a suponer un cambio de hábitat para determinados cultivos, señala la CHS. «De hecho, ya se observa el crecimiento de superficies dedicadas a cultivos hortícolas en zonas del interior, donde hasta hace poco las heladas no lo permitían. Este cambio en los mosaicos de cultivo puede influir en la demanda de agua agrícola». Indica que, a pesar de los aumentos de la demanda estimados, «estos deberían ser asumibles con mejoras de la eficiencia y de la tecnología».
La escasez está pasado factura a las comunidades de regantes, entre ellas la de Totana, que ha cortado los contadores a aquellos agricultores que ya han consumido su cupo de este año, indicó esta entidad en un comunicado. Su presidente, Felipe Andreo, destacó que la previsión para el próximo año hidrológico «es muy grave» si no llueve. Ha solicitado a los comuneros que, en este escenario, planifiquen sus plantaciones y hagan un consumo responsable. Solicitará medidas a la CHS y denuncia que su comunidad se encuentra infradotada. Teme que los programas de cultivo se tengan que reducir hasta un 40%. El problema afecta a más de 4.000 agricultores y 10.700 hectáreas.
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