La remodelación del Ejecutivo dinamita las relaciones en Cs y en el Consejo de Gobierno
La vicepresidenta Franco acusa a Martínez Vidal de cometer «graves errores» y le recuerda que «hay que respetar la jerarquía»
Las vitaminas del «zumo naranja» con las que Ciudadanos pretendía revitalizar la política son ahora los ingredientes de un mejunje de intereses partidistas, luchas ... intestinas y juego de tronos. Una sopa cocinada a fuego lento en una olla a presión que la coordinadora autonómica del partido y consejera de Empresa, Industria y Portavocía, Ana Martínez Vidal, ha hecho saltar por los aires. La onda expansiva no solo afecta a la formación que gobierna la Región en coalición con el PP, donde ya se oían tambores de guerra. Es también el propio Consejo de Gobierno el que asiste atónito a una crisis política sin precedentes y de consecuencias incalculables.
Fue la compañera (y enemiga) de partido de Martínez Vidal, la vicepresidenta y consejera de Política Social, Isabel Franco, la que ayer dio un puñetazo en la mesa tras la dimisión de Beatriz Ballesteros –que presentó su renuncia al sentirse «humillada», «señalada» y víctima «de una campaña de desprestigio que no podía tolerar»– y los anuncios de la portavoz sobre la remodelación del Gobierno regional.
De hecho, Martínez Vidal amagó esta semana incluso con asumir las competencias de Educación, en manos de Esperanza Moreno (PP), si no se respetaban sus postulados sobre los umbrales de la semipresencialidad en las aulas. Según ha podido saber LA VERDAD por diversas fuentes, uno de los principales objetivos no reconocidos públicamente por la portavoz del Gobierno y coordinadora de Cs, además de conseguir la vicepresidencia que ocupa Franco, es colocar al diputado naranja Juan José Molina como titular de Educación y sumar así al partido una de las carteras 'fuertes' del Ejecutivo regional.
Fue Molina quien firmó ayer un comunicado en el que Ciudadanos recuerda que «la remodelación del Gobierno estaba pactada entre los dos partidos. López Miras no debe ni puede olvidar que esto es un Gobierno de coalición y que los acuerdos se deben respetar siempre». El mismo comunicado recuerda que «los tiempos no son caprichosos y vienen marcados en dicho acuerdo y nadie, ni siquiera el presidente, está por encima de la voluntad de los ciudadanos expresada en las urnas».
Así lo ven
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Isabel Franco. Vicepresidenta del Gobierno «No existe ningún tipo de diálogo de la coordinadora autonómica del partido [y portavoz del Ejecutivo] con los consejeros ni con esta vicepresidenta»
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Juan José Molina. Diputado de Ciudadanos «La remodelación estaba pactada por los dos partidos y nadie, ni siquiera el presidente, está por encima de la voluntad expresada en las urnas»
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Ana Martínez Vidal. Portavoz del Gobierno «Dada la crisis económica y sanitaria, es más oportuno que nunca realizar una reforma del Gobierno para hacer más eficaz la gestión de la pandemia»
«Indica que no le respetamos»
Sobre todos estos cambios se expresa Matínez Vidal como si tuviera competencias que no le corresponden, cuando no la autoridad del propio presidente del Gobierno. El último movimiento ha sido el nombramiento unilateral del nuevo consejero de Transparencia, José Gabriel Sánchez. Así lo criticó Franco, quien ayer mostró su preocupación en varias entrevistas radiofónicas porque «personas distintas a quienes tienen la potestad de hacerlo se permiten introducir, anunciar o sugerir cambios en el Consejo de Gobierno», y recordó que esta cuestión «depende del presidente de la Comunidad». En este sentido, Franco indicó que «no podemos equivocarnos diciéndole al presidente lo que tiene que hacer, porque eso indica que no le respetamos. Hay que respetar la jerarquía, porque seremos más creíbles para la población».
A Fernando López Miras, según lamentan fuentes del PP próximas al Gobierno consultadas por LA VERDAD, «se le echa de menos un movimiento, un puñetazo en la mesa» como el que ayer dio Franco en relación a las «injerencias» de Martínez Vidal. Sobre todo, en lo concerniente a competencias 'populares'. «Mucha gente acusa una falta de liderazgo preocupante que está aprovechando la portavoz. Y lo peor es la imagen de desgobierno que se traslada a la sociedad», señalan las mismas fuentes.
Franco continuó arremetiendo ayer contra Martínez Vidal, como un púgil arrinconado que lanza unos ganchos a la desesperada, asegurando que la dimisión de Ballesteros es «injusta» y que supone «un error por parte de la dirección del partido permitir esa pérdida». Una renuncia que le hizo salir abruptamente del último Consejo de Gobierno para «llorar en soledad» la dimisión de Ballesteros. Según criticó la vicepresidenta, «no existe ningún tipo de diálogo por parte de la coordinadora regional de Ciudadanos con los consejeros del Gobierno, no hay posibilidad de poner en común estrategias y lineas de trabajo». Una exposición inédita de las desavenencias internas del partido y del Gobierno que a Franco siempre le ha gustado plasmar por carta, aunque ayer también puso lacre en directo.
La vicepresidenta también reprochó enterarse por la prensa de los anuncios de su compañera. «Debes cuidar cómo nos relacionamos entre nosotros porque esos son mensajes que también enviamos a la sociedad», aconsejó. Además, Franco dejó claro a navegantes que no ha pensado abandonar su cargo «en ningún momento». Y tampoco renunciará a su escaño de diputada en en el hipotético caso de que sea cesada por el presidente López Miras. «Seguiré trabajando con el proyecto de Ciudadanos desde el grupo parlamentario», zanjó. Una posición inamovible sobre los inminentes cambios en el Ejecutivo que la vicepresidenta acompañó con una defensa cerrada del pacto de Gobierno de Cs y PP. Algo que sigue chocando con la posición inicial de Franco cuando la formación naranja se debatía entre socialistas y populares a la hora de pactar. «Queremos acabar con 24 años de gobiernos del PP en la Región», dejó claro Franco en aquella campaña electoral. Ella era más de Diego Conesa, aunque luego la estrategia fuera otra. «Mi partido tomó la decisión adecuada y estamos gobernando con quien teníamos que gobernar», reculó ayer.
«Desestabilizan el Gobierno»
Además, la vicepresidenta y consejera de Política Social lamentó que todas «estas cuestiones desestabilizan al Gobierno de la Región», y consideró que «el momento actual es demasiado serio como para que estas sean las cuestiones que ocupan los titulares de prensa».
Por su parte, Martínez Vidal defendió que, «dada la situación de crisis económica y sanitaria, es más oportuno que nunca llevar a cabo una reforma del Gobierno para hacer más eficaz y más eficiente la gestión de la pandemia». La portavoz no ha podido hablar aún de este tema con López Miras, pero no cree que haya problema alguno. «Nos pondremos de acuerdo», confió.
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