Javier Pérez Parra y M. SAÍZ-PARDO
Viernes, 7 de mayo 2021, 02:43
El Gobierno regional se ha quedado prácticamente solo en su defensa del confinamiento perimetral. Con la excepción del País Vasco, ninguna otra comunidad apuesta por mantener esta medida ante su más que dudoso encaje jurídico, una vez expire el estado de alarma.
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De hecho, la Fiscalía del TSJ vasco ya se ha pronunciado en contra, al entender que no puede limitarse el derecho constitucional a la libre circulación sin el amparo del régimen excepcional que finaliza a las 23.59 horas de mañana sábado. El consejero de Salud, Juan José Pedreño, no desveló ayer si finalmente se intentará mantener contra viento y marea el cierre perimetral, pero insistió en que la medida sigue siendo necesaria. La tasa de cobertura de la primera dosis de la vacuna entre los mayores de 60 años (77,6%) «no es todavía suficiente» para relajar las restricciones, advirtió. «Necesitamos un porcentaje mayor, deberíamos estar en el 90%», incluido en la franja concreta de edad de 60 a 69, donde todavía no se supera el 60%. A ello se suma la incidencia acumulada en muchas comunidades, que es todavía «alta».
Pedreño volvió a denunciar la «incertidumbre» generada por la finalización del estado de alarma «sin un plan de actuación que unifique las medidas a nivel nacional y nos dote de las herramientas necesarias que tantas veces hemos pedido». «Esta falta de concreción y de toma decisiones deja a las autonomías desprotegidas. La propuesta del Gobierno central de poder recurrir al Tribunal Supremo es solo un parche que no solventa la inseguridad jurídica en la que quedan las autonomías», añadió.
El Gobierno regional tiene previsto publicar el decreto con las nuevas restricciones mañana sábado, para su entrada en vigor a las 00.00 horas del domingo. La norma será enviada al TSJ para «su ratificación», y se espera que los jueces se pronuncien en un máximo de dos o tres días, explican fuentes del Ejecutivo. Algunas comunidades, como el País Vasco, Cataluña o Baleares, han optado por enviar el borrador del decreto a sus tribunales superiores. En este último caso, los magistrados instaron al Gobierno balear a aprobar primero la orden para después someterla a ratificación. Este es el camino elegido por el Ejecutivo murciano. Si el TSJ de la Región rechazase el decreto, Salud podría recurrir al Supremo, que tendría la última palabra.
Pero aunque muchas otras comunidades comparten las críticas del Ejecutivo murciano, prácticamente todas han renunciado a mantener el cierre de sus territorios. En algunos casos lo hacen porque consideran que la situación epidemiológica lo permite, como es el caso de Valencia, que después de una tercera oleada durísima está por debajo de los 50 casos por 100.00 habitantes. Otras, como Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha o Cataluña amagaron con mantener intactas las actuales restricciones, pero han terminado por dar marcha atrás al considerarlo jurídicamente inviable. De forma mayoritaria se optará por confinamientos puntuales por municipios o comarcas, pero en ningún caso por cierres de una autonomía entera.
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Melchor Sáiz-Pardo Álvaro Soto
La vicepresidenta Carmen Calvo alimentó la opción de las restricciones al plantear que los acuerdos del Consejo Interterritorial podían servir de sucedáneo al estado de alarma. Pero la decisión del Gobierno central de endosar al Supremo la responsabilidad de avalar esos recortes de libertades y la aprobación del decreto que obliga al alto tribunal a hacer público su fallo en menos de dos semanas han congelado definitivamente los ánimos restrictivos de las comunidades, que ya se habían enfriado mucho con la avalancha de constitucionalistas que avisaron de que la interpretación de Calvo no era, ni mucho menos, unánime.
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F. Perals
Los contagios por coronavirus siguen por debajo del centenar por segunda jornada consecutiva en la Región. Pero como lleva ocurriendo los últimos días, suben los pacientes ingresados en UCI. Salud detectó el miércoles 70 nuevos positivos. La enfermedad se cobra otra vida: un varón de 67 años. La cifra total de fallecidos asciende a 1.596. Hay 26 personas luchando contra la enfermedad en las UCI, dos más en las últimas 24 horas. En total son 72 los pacientes ingresados por Covid-19.
En España, la incidencia acumulada sigue su tendencia a la baja, por décimo día consecutivo, al caer hasta los 202,20 casos a 14 días por cada 100.000 habitantes, tres menos que el miércoles. El Ministerio notificó 7.960 contagios.
El Gobierno regional anunciará hoy si se tira finalmente a la piscina ya no solo con el confinamiento perimetral, sino con el toque de queda, una medida que sí es compartida por otros ejecutivos. El TSJ de Baleares ya la ha avalado en esta comunidad. Pero los tribunales y la Fiscalía están dando señales cada vez más claras de que si se decretó el estado de alarma fue para algo, por lo que intentar mantener las restricciones sin este paraguas no es viable. El propio presidente de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Supremo, César Tolosa, ya ha avisado públicamente a las comunidades de que no van tener barra libre: tendrán que justificar muy bien ante los tribunales «el sacrificio de derechos en pos de objetivos sanitarios».
La advertencia del presidente de la Sala que va a tener que decidir sobre la legalidad de los cierres también ha calado en las últimas horas en la mayoría de los TSJ, aunque no lo haya hecho en el de Baleares. Los jueces de los tribunales regionales, que en primera instancia deberían confirmar las hipotéticas restricciones de derechos fundamentales, saben que si avalan recortes de libertades pueden recibir un revolcón «casi instantáneo» por parte del alto tribunal.
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M.S.P./ A.S./ J.P.P.
El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Baleares anunció ayer que autorizará las medidas aprobadas por el Ejecutivo de las islas, que incluyen el toque de queda de 23.00 a 6.00 horas. También se dio el visto bueno a la limitación a seis personas en los encuentros privados. Los magistrados tomaron la decisión por tres votos a favor y dos en contra.
El TSJ balear se convierte en el primer tribunal regional que da su respaldo a una restricción de derechos fundamentales, en este caso el de la libertad de movimientos, tras el fin de la legislación de excepción. Esta autorización, no obstante, tendrá que ser refrendada por el Supremo en el caso de que sea recurrida. La división en el seno del tribunal, con dos votos en contra y tres a favor, da buena cuenta de las dudas jurídicas que rodean al nuevo escenario generado por la finalización del estado de alarma.
Otras comunidades autónomas como País Vasco, Valencia y Navarra, están pendientes de la ratificación judicial del toque de queda. La Consejería de Salud tendrá que aclarar hoy si también se mantiene esta medida en la Región de Murcia.
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