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Redes antimedusas preparadas para su colocación esta mañana en la playa de La Mota, en San Pedro. Vicente Vicéns / AGM

Las redes antimedusas comienzan a desplegarse en cinco playas del Mar Menor

Los operarios han iniciado la instalación de estas barreras este miércoles a primera hora en varios tramos del litoral de San Pedro del Pinatar

Miércoles, 31 de julio 2024, 12:08

Las redes antimedusas han regresado en la mañana de este miércoles a las playas del Mar Menor tras dos veranos sin rastro de ellas en el litoral de la laguna. Operarios de la Consejería de Medio Ambiente y del Ayuntamiento de San Pedro del Pinatar han iniciado la instalación de estas barreras en las zonas de baño de las playas de Villananitos, La Mota y La Puntica, labores que continuarán este jueves. El último estudio del grupo de Ecología y Ordenación de Ecosistemas Marinos de la Universidad de Murcia sobre las poblaciones de estos celentéreos constata que su presencia se ha centrado este verano en la cubeta norte del Mar Menor, como ya ocurrió en 2023.

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Estas redes llevan sin instalarse en la laguna salada desde el 2021 ante el temor a un empeoramiento del agua en las playas por la acumulación y descomposición de la biomasa que crece por el exceso de nutrientes en el Mar Menor. Los ayuntamientos optaron hace dos años por no solicitar el despliegue de estas barreras, pero la sobreabundancia de medusas en 2023 complicó el uso de las zonas de baño y provocó un gran malestar entre vecinos, turistas y empresarios del sector servicios.

El enfoque ha variado este verano y la Consejería y los consistorios, con el visto bueno del comité científico del Mar Menor, han optado por llevar a cabo una «operación quirúrgica» con la instalación de las redes en los puntos más complicados y cuando se ha constatado una mayor abundancia. Junto con la colocación de las boyas y las mallas, los operarios también han ido retirando las medusas que han quedado dentro del recinto. El viernes comenzarán los trabajos al norte de La Manga, concretamente en las playas de Veneziola y en una cercana al puerto de Tomás Maestre.

Menos medusas 'huevo frito' que en 2023

La última investigación de los expertos de la UMU, que llevaron a cabo muestreos de las poblaciones hace dos semanas, confirma que las mayores abundancias de la medusa Cotylorhiza tuberculata o 'huevo frito' se han encontrado en la zona norte del Mar Menor, con «formaciones de enjambres y agregaciones puntuales» en diferentes puntos al igual que había ocurrido a principios del verano de 2023. Las aguas que rodean las islas internas de la laguna también guardan una población importante. El pico máximo en la densidad de medusas detectado llega hasta los 798 individuos por cada cien metros cúbicos.

Redes antimedusas instaladas en la playa de La Mota, en San Pedro. LV

Los ejemplares censados en seis estaciones de monitorización alcanzaron la cifra de 82.673 medusas, la mayoría de pequeño tamaño (menos de diez centímetros). A principios de julios se detectó un trasvase de las 'huevo frito' al Mediterráneo a través del canal del Estacio, pero conforme ha avanzado el mes este intercambio se ha reducido. Actualmente, la abundancia media de C. tuberculata en la laguna no supera los 100 individuos por cada cien metros cúbicos.

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«Esta cifra es considerablemente menor a los datos de abundancia media registrados a mediados de julio de 2023; cabe destacar que el 'bloom' de 2024 ha ocurrido dos semanas antes que el año pasado, a mediados de junio», remarcan los investigadores Ángel Pérez Ruzafa, Manuel Rosendo Conde y Marcos Lorente. La distribución espacial de los individuos es similar a la del año pasado, a excepción de la zona este, en la que se ha registrado «la menor abundancia de esta especie con respecto al resto de la laguna». En la cubeta interior se detectó una «reducción notable» de esta especie.

La presencia de la medusa Rhizostoma pulmo o 'aguamala' es muy reducida, pero, a diferencia del año pasado, este verano se han desplazado más hacia la cubeta sur. La abundancia registrada es similar a la del 2023 y no se esperan más repuntes de su población en este periodo estival. Se trata de una especie poco urticante, aunque al contacto con la piel puede producir un ligero escozor y picazón.

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La última medusa estudiada es la Phyllorhiza punctata (detectada por primera vez en 2017) y su abundancia es muy limitada, hasta el punto de que, en este último muestreo del 15 de julio, sólo se hallaron cuatro ejemplares en la zona noroeste de la laguna. Se trata de una especie poco urticante ya que posee un veneno de baja intensidad.

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