Una de las aulas de la Facultad de Ciencias de la Empresa de la UPCT con la señalización de los grupos en la puerta. J. M. RODRÍGUEZ / AGM

El récord de estudiantes presentados a la Ebau disparará las notas de corte

Casi 8.000 alumnos, la cifra más alta en años, arrancaron ayer las pruebas de acceso entre estrictas medidas de seguridad y distancia

Martes, 7 de julio 2020, 02:20

La aspereza de un último trimestre en la soledad del mundo 'online', sin compañeros de pupitre con quienes compartir el estrés de jugarse el futuro académico en tres días, se vio ayer recompensada, para algunos, por las vistas al mar que brinda el campus del antiguo CIM de Cartagena, una de las 16 sedes novedosas entre las 26 totales, para cumplir con el distanciamiento que impone la crisis sanitaria. «Espero que me inspire», comentaba una alumna de la primera fila del salón de Poniente. Otros muchos compañeros de prueba de toda la Región, que no gozaron de esa ventaja ambiental, sí se beneficiaron como ella de participar en una prueba «más asequible» de lo que revelaban los modelos que han utilizado para estudiar, tomados de años anteriores.

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«Más asequible, por no decir más fácil», decía a media voz Valeria, que se examinó en Murcia. También África Albadalejo, tras realizar las dos primeras pruebas.

En el CIM, los accesos fueron controlados de uno en uno, como en todas las sedes: «No son las primeras filas que se organizan en el Cuartel de Instrucción de Marinería», señalaba el responsable de la Ebau en el centro, Rafael Toledo, recordando el pasado militar de un edificio que en la actualidad es sede de la Facultad de Ciencias de la Empresa y de la Escuela de Arquitectura y Edificación de la UPCT. En el Campus de la Muralla también hubo restricciones, que se extendieron al cierre al tráfico rodado de la ronda que rodea el antiguo Hospital de Marina. La vigilancia policial fue estrechisima, tanto en esta última ubicación, tradicional ya en la Ebau, como en la nueva del puerto.

Algunas cifras

  • 7.892 alumnos realizaron ayer las pruebas, 1.200 más que en la convocatoria del curso pasado.

  • 900 profesores y evaluadores toman parte en los exámenes, el doble de lo habitual.

  • 160.000 euros ha costado el despliegue del dispositivo de seguridad, el doble que el año pasado.

Habilitar nuevas sedes, equipar algunas de ellas con aire acondicionado y multiplicar el número de profesores que participan en la revisión y organización de las pruebas ha supuesto que el coste de la Ebau para la Comunidad se vaya a duplicar desde los 80.000 euros que se destinaban habitualmente, según detalló la directora general de Universidades, Josefina García.

El estrés adicional de las mascarillas durante los exámenes contrarió a algunos

En Lorca, casi 600 alumnos comenzaron en el campus universitario sus exámenes, como también lo hicieron, por primera vez en la historia de la Selectividad, en varios institutos de Educación Secundaria. «El objetivo del dispositivo es evitar desplazamientos y concentraciones. En el primer día se desarrolló «con normalidad y siguiendo el protocolo al detalle. El dispositivo está funcionando perfectamente y no se ha registrado ninguna incidencia», aseguró la vicerrectora de Estudios y directora de la Comisión Coordinadora de la Ebau, Sonia Madrid.

También los rectores de la UMU y de la UPCT y el consejero de Universidades mostraron su satisfacción por el desarrollo del protocolo, una prueba de fuego al reunir por primera vez a miles de estudiantes, y que ha supuesto una inversión de 160.000 euros, el doble que el año pasado.

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El curso del coronavirus ha sido también el de los buenos resultados para muchos alumnos, especialmente los de Bachillerato, que doblaron la tasa de éxito y marcaron una cifra récord de matriculados en las pruebas de acceso, 7.892 alumnos, casi 1.200 más que el curso pasado, cuando para la convocatoria de la fase general se registraron 6.696 personas.

El antiguo CIM es una sede nueva a la que hubo que entrar en fila india y en grupos reducidos

Ese destacado incremento de aspirantes esconde, como reconoció ayer el rector de la Universidad de Murcia, José Luján, un peligro: el incremento de las notas de corte en muchos grados, ya que la oferta de plazas se mantiene similar al pasado año: más de 8.000 entre las dos universidades públicas de la Región, la UMU y la Politécnica de Cartagena (UPCT). «Es un problema de oferta y demanda, pero no tiene por qué ser malo. Subirán para todos». Quien en condiciones normales hubiera sacado un 12, sacará un 13, desde su calificación de corte.

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La pelea por una plaza empezó en cualquier caso ayer, poco después de las ocho de la mañana, cuando los 7.982 estudiantes matriculados se presentaron en los puntos de reunión que previamente se les habían indicado a través del móvil. Siguiendo el estricto protocolo diseñado en las últimas semanas por la Comisión Organizadora para reducir al mínimo las posibilidades de contagio, los estudiantes se han repartido este año entre 26 sedes, el triple de lo habitual, para evitar concentraciones, desplazamientos y mantener la distancia.

En el campus

  • Javier Morillas «Quiero estudiar Física, y sé que la nota de corte es alta, pero la verdad es que no tengo 'plan B', es el grado que me gusta. Lo llevo bien preparado»

  • Cecilia Verdú «El trimestre 'online' ha sido diferente, raro. Hubiera preferido seguir en clase aunque entrara más temario en la Ebau, no compensa el final de curso que hemos tenido»

  • Álvaro Arias «Ha sido un trimestre extraño, nos ha costado adaptarnos, no estábamos acostumbrados. Se pasa mal sin poder ver a nadie, pero ya hemos llegado»

  • José Pascual» «Tengo claro que quiero estudiar alguna ingeniería, pero aún no sé cuál. La posibilidad de elegir más opciones en los exámenes facilita las cosas»

  • Mercedes Nieto «La posibilidad de escoger entre más opciones ha permitido dejar temas, pero al final lo hemos preparado casi todo, por si acaso

En la plaza de La Merced, una de las nuevas sedes de la Ebau del coronavirus, los chicos empezaron a agruparse en sus puntos de encuentro a las nueve menos cuarto, bajo el control de la Policía y de casi un centenar de voluntarios de la UMU.

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En fila india y con las mascarillas ya ajustadas, los alumnos dejaron el bullicio en la calle y accedieron al Aulario entre un silencio inédito para un día como el de ayer. Ya en el aula, en posición de examen, ocuparon los puestos asignados y diseñados para mantener esa distancia en todas las direcciones. «Tener la mascarilla puesta durante el examen es incómodo, y más cuando no puedes ni respirar de los nervios», se quejaba Lucía Sánchez, estrujando ya los apuntes antes de entrar al examen. A un par de estudiantes la mezcla de nervios y mascarillas les provocaron vómitos. Se les retiró para que hicieran la prueba lejos de sus compañeros.

Fuentes cerradas, mochilas y pertenencias siempre cerca, gel hidroalcohólico, control también en las salidas y limpiezas continuas marcaron la primera jornada de las pruebas, que se extenderán hasta mañana con los exámenes de materias específicas y de modalidad. «Aquí estamos, con la 'pistola' en la mano esperando a que salgan del primer examen para volver a limpiar. En los últimos días se ha hecho una desinfección exhaustiva, pero las limpiezas no pararán en los tres días», comentaban a la puerta del aulario Laura, Pepi y Tere, compañeras de la empresa de limpieza de la UMU y en algún caso también madre de futuro alumno universitario. «Mira, ahí va», señalaba orgullosa a sus compañeras.

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Al salir, más caras de satisfacción que de decepción y buenas sensaciones después del primer examen. «Algo bueno tenía que tener este trimestre de infierno», comentaba Encarna, del Nelva.

Alumnos durante un examen en Murcia. VICENTE VICÉNS / AGM

Exámenes con más opciones a elegir para compensar la falta de clases presenciales

Había que tener muy mala suerte, o no haber estudiado nada, para no encontrar una opción que responder con más o menos acierto en los primeros exámenes de la Ebau. El modelo de pruebas acordado para no perjudicar a los alumnos por la suspensión de las clases ha permitido a los estudiantes dejar cerca de un 25% del temario de cada asignatura sin estudiar, de manera que ninguno pudiera encontrarse con que no controla el contenido previsto para el tercer trimestre, que se ha desarrollado de forma telemática. Aunque cada profesor y centro llevan su programación, en la mayoría coinciden, y raramente habían llegado a los últimos bloques.

De acuerdo con las instrucciones del Ministerio, la comisión organizadora de las pruebas elaboró los modelos de exámenes con multiopciones. En ediciones anteriores, en un examen estándar, los alumnos habrían tenido que elegir entre la A y la B, con cuatro preguntas correspondientes cada una de ellas a otros tantos bloques temáticos. El examen de Lengua Castellana que realizaron ayer los alumnos les ofrecía dos comentarios de texto y tres preguntas (en lugar de las dos habituales) a elegir una en Literatura.

En otras pruebas de modalidad, los estudiantes tendrán una opción, en la que figurarán, por ejemplo, ocho preguntas y el estudiante podrá escoger de ellas las cuatro que quiera: por ejemplo dos de un bloque de contenidos, dos de un segundo bloque de contenidos, y ninguna de los dos restantes. Con ello se pretende que un alumno, sabiéndose solo dos tercios del temario, pueda salir no solo airoso del examen, sino lograr una buena calificación. La comisión de cada asignatura ha diseñado la prueba de acuerdo a sus características, pero siempre partiendo de la premisa de ofrecer las máximas opciones posibles.

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