Juan Alcón es productor de cítricos en Alhama de Murcia, donde desde hace unos meses procede a la renovación de sus árboles, sobre todo limoneros. ... No está al margen de la gran problemática en la que están inmersos todos los agricultores que cultivan esta variedad frutal en España y sobre todo los de la Región y provincias limítrofes, donde se produce la mayor parte de esta fruta.
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Alcón, que también es responsable del sector de cítricos en la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), no ve con malos ojos la idea de la arrancar parte de los árboles o dejar sin recolectar un porcentaje de la producción, pero incide en que esa medida «debe afectar a todos los agricultores por igual, tanto a los grandes como a los más pequeños».
En este sentido, subraya que los más afectados por esta crisis «son los pequeños y medianos agricultores», porque, explica, con la elevada producción «se quedan sin lineales en los supermercados para dar salida a su producto». Sin embargo, considera que las grandes firmas «tienen garantizados los canales para llegar a todos los mercados, haya más o menos cosecha».
Indica, además, que en los últimos ocho años «las grandes empresas de comercialización de cítricos comenzaron a plantar de manera desmesurada y ya llegan al 80% de su capacidad productora». Advierte de que en un par de años «llegarán al cien por cien, haciendo aún más grande este problema».
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Pero la sobreproducción no es el único ingrediente que ha hecho llegar a esta calamitosa situación a los cosecheros del limón verna, la variedad más extendida en la Región de Murcia. Lo es también la mercancía que llega desde otros países como Egipto y, principalmente, Marruecos. «Las firmas marroquíes gozan de mucha agua para sustentar sus plantaciones y, prácticamente, se la regalan. Es justo lo contrario de lo que sucede aquí, donde prácticamente no hay agua y la poca de la que gozamos es muy cara», recalca.
Sostiene que, al margen de las característica de la mano obra en estos países, «generalmente sin gastos de cotización y sin ningún tipo de control de seguridad e higiene en el trabajo, los fitosanitarios empleados allí carecen de la más mínima fiabilidad. Todo ello ocurre -afirma- sin controles de ningún tipo por parte de las autoridades», concluye.
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Juan José Martínez, agricultor de la pedanía La Costera, en Alhama de Murcia, señala que dejar caer el limón o arrancar el árbol constituye un dilema y un riesgo para el productor, e incide en que lo ideal sería que hubiese un acuerdo conjunto en el sector. Este agricultor, de 43 años, dice querer confiar en las medidas para que finalmente mejore esta situación, pero, en cualquier caso, su posición es que, de adoptar una de las dos soluciones, debería de ser para todos.
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