Cada vez vamos más al médico. Los servicios de Urgencias y los centros de salud de la Región de Murcia nunca habían afrontado tal presión ... asistencial, según reflejan los últimos datos que acaba de publicar el Ministerio de Sanidad, y que corresponden a 2022. En concreto, las Urgencias hospitalarias atendieron ese año 1.137.662 consultas, 190.400 más que en el ejercicio anterior (cuando todavía se dejaba notar la pandemia) y 38.379 más que en 2019, cuando aún no había irrumpido la crisis sanitaria. En Atención Primaria, y como ya adelantó LA VERDAD, los médicos de familia y pediatras de la Región atendieron 9,7 millones de consultas en 2022, un millón más que en el año anterior.
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Durante la pandemia se produjo una reducción de la afluencia a Urgencias fruto del miedo a la covid y a los llamamientos a un uso responsable de los servicios sanitarios. En Primaria, esa disminución no se observa de la misma manera porque muchas consultas presenciales fueron sustituidas por citas telefónicas o telemáticas. Pero lo que sí se detecta, en general, es una clara reactivación de la demanda asistencial una vez que quedaron atrás las oleadas pandémicas.
En Urgencias se ha vuelto a una tendencia que en realidad viene de lejos. «Estamos en niveles similares a los de 2018 o 2019, con un crecimiento lento y sostenido que tiene al envejecimiento de la población como uno de los principales factores», subraya Abel Novoa, vicepresidente de la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública (ADSP) en la Región y médico en el servicio de Urgencias del Morales Meseguer.
Todavía no hay datos globales relativos a 2023, aunque los ofrecidos por algunos hospitales apuntan a que la presión se mantiene. En el General de La Arrixaca se atendieron el año pasado 118.421 urgencias, 1.620 más que en 2022, aunque no se alcanza el récord de 2019, cuando se llegó a 118.863. En el Reina Sofía se registraron 101.372 consultas en Urgencias en 2023, apenas 234 menos que en el ejercicio anterior.
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Detrás de estos elevados números se esconde una alta frecuentación. En 2022 se contabilizaron 743 urgencias hospitalarias por cada mil habitantes en la Región. Es una tasa que solo superan Madrid (815) y Baleares (795).
Esto contrasta con el bajo porcentaje de pacientes que tras ser atendidos en las Urgencias hospitalarias terminan ingresando: apenas el 8,8%. Una paradoja que indica «que están acudiendo más personas con patología banal, y eso siempre es un reflejo de los problemas en la Atención Primaria», advierte Novoa.
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Pascual Piñera, jefe de Urgencias del Reina Sofía y presidente de la Sociedad Murciana de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes), coincide: «Vemos a muchos pacientes que no deberían venir al hospital, sino que tendrían que ser atendidos en Primaria. Pero si no consiguen cita con su médico de familia, recurren a nosotros por la inmediatez».
Este uso (o abuso) de los servicios sanitarios no es nuevo, pero se ha evidenciado aún más tras la pandemia. Así lo advierte Carlos Pérez Crespo, jefe de sección de Urgencias en La Arrixaca: «Antes de la covid, Primaria no tenía prácticamente demoras, pero ahora sí, y la gente no está acostumbrada a esperar para ser atendida en su centro de salud». El último Barómetro Sanitario del CIS refleja que el 46,7% de los murcianos que el año pasado acudieron al médico de familia tuvieron que esperar siete días o más para su cita.
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Ante esta saturación, muchos optan por Urgencias. «Para muchas patologías, esto es un error, porque lo ideal es que te vea tu médico. En Urgencias, cada vez te va a atender un profesional diferente», recuerda Pérez Crespo. Pero en la decisión de acudir al hospital no solo influyen las demoras en Primaria. También las listas de espera para acceder a pruebas diagnósticas. Para qué aguardar si en una visita a Urgencias me lo pueden hacer todo, piensan algunos. Pero es una idea falsa o, al menos, matizable, avisa Pérez Crespo: «La gente se piensa que podemos pedir cualquier cosa, pero no es así; solicitamos pruebas para patología urgente». Además, los centros de salud son cada vez más resolutivos, y cuentan con más tecnología y equipos diagnósticos, desde ecógrafos a dermatoscopios.
Muchas personas acuden al hospital en lugar de a su centro de salud o a Urgencias de Atención Primaria porque sospechan de un cuadro grave, aunque finalmente pueda no serlo. Pero el 45% de los pacientes que el año pasado visitaron las urgencias hospitalarias de la Región lo hicieron siendo conscientes de que su problema era leve, según refleja la Encuesta de Calidad Percibida del Servicio Murciano de Salud (SMS).
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En la explicación de este dato entran muchos factores, más allá de la saturación en Primaria. «Hay determinantes sociales. Por ejemplo, personas con más problemas en el trabajo, más vulnerabilidad laboral, que no pueden ir por las mañanas a su centro de salud. Así que van al médico cuando pueden», subraya Abel Novoa, vicepresidente de la ADSP en la Región. En el Reina Sofía son conscientes de esto. Los fines de semana aumenta la afluencia de inmigrantes, muchos de ellos jornaleros. «Hay gente que tiene miedo a perder el trabajo y no se coge una mañana para ir al médico», advierte el jefe de Urgencias de este hospital, Pascual Piñera.
Detrás de la alta frecuentación en las urgencias de la Región, superior a la media nacional, hay factores «socioeconómicos y culturales», apunta, por su parte, Abel Novoa. Falta educación sanitaria, pero también abordar otros males que van más allá de la medicina.
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El aumento de la demanda asistencial tras el parón de la pandemia era en parte esperable. Muchos pacientes crónicos han retomado sus revisiones, otros han acudido al médico para consultas que quedaron pendientes, y hay quien vio empeorado su estado de salud durante el confinamiento. Pero hay señales que apuntan a más factores. «Es muy posible que después de la pandemia haya una sensación de más vulnerabilidad, todos nos sentimos más frágiles. Yo he detectado que hay mucha patología banal (leve) que antes no veía. Las personas demandan atención porque están más asustadas. Pero es una percepción mía, muy personal», reflexiona Abel Novoa, médico en Urgencias del Morales Meseguer y vicepresidente de la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública (ADSP) de la Región de Murcia. Lo que sí reflejan ya muchos estudios es un claro aumento de problemas de salud mental. «Hay más malestar emocional, que en muchos casos es de origen social o relacional», apunta Novoa. Todo esto se deja notar en las consultas. Para muchos, la salida es acudir al médico.
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