La producción de biometano a gran escala en plantas industriales ha comenzado a desembarcar lentamente en la Región de Murcia. Un nuevo escenario donde los promotores se han encontrado con la complejidad de una larga tramitación administrativa y una oposición vecinal que crece conforme más ... se materializan los proyectos. El potencial de la Comunidad reside en la extensa red de transporte del gas que existe, pero sobre todo en el importante volumen de residuos ganaderos y agrícolas disponibles, fuente de alimentación principal de este tipo de instalaciones.
Publicidad
El despliegue del biogás como energía renovable se ha coronado como una solución primordial para alcanzar la neutralidad climática en 2050. El sistema de digestión anaeróbica que conduce a la creación de un gas combustible verde por la descomposición de materia orgánica es un impulso al desarrollo de la economía circular que quiere aprovechar España, muy rezagada respecto a sus vecinos.
La energía del biometano puede utilizarse para generar electricidad y calor, así como para propulsar vehículos.
El biometano se usa para producir combustibles renovables, hidrógeno verde y productos químicos, reduciendo las emisiones de GEI.
La industria del biometano utiliza residuos orgánicos que, de otro modo, generarían emisiones al descomponerse, disminuyendo estas emisiones
En algo más de una década, los países de la Unión Europea deben reducir al 10% la cantidad de residuos que mandan a los vertederos, pero en cinco años hay una meta más importante: el 60% de los desechos deben revalorizarse. Hoy en día, en la Región de Murcia solo se reaprovecha la mitad de ese objetivo, en línea con los pocos esfuerzos que realizan el resto de comunidades.
En el último año y medio, las iniciativas y anuncios de nuevas plantas se han sucedido a la par que los contactos con productores del sector primario, ayuntamientos y Gobierno regional para estudiar o negociar ubicaciones o facilidades de acceso a la materia prima (residuos de granjas, agroalimentarios y urbanos). Unos proyectos tienen más solidez que otros, pero la irrupción del descontento social en mitad del aterrizaje de la industria del biometano en la Región, como ha ocurrido en Las Torres de Cotillas o Santomera, amenaza con paralizar todo.
Publicidad
La Comunidad tiene a día de hoy dos plantas construidas: una en Lorca y otra en Los Alcázares. Ambas han sido compradas por 22 millones de euros a principios de 2024 por la compañía gasística Redexis, quien cuenta con conducciones propias donde inyectar la producción de hasta 80 Gigavatios-hora anuales de biometano. Estas dos plantas llevan años construidas; primera incursión regional en la generación de biogás que no se había retomado hasta ahora.
La cooperativa Gestión de Abonos Orgánicos de Lorca (Gesalor), junto con la promotora Five Bioenergy, serán los siguientes en construir una planta de biometano en una parcela municipal lorquina, donde se tratarán dos millones de metros cúbicos de purines al año procedentes de las granjas de cerdos de los socios de Gesalor. Ya cuentan con todos los permisos necesarios.
Publicidad
A partir de este último proyecto, el futuro desarrollo de más plantas es un misterio, con proyectos encima de la mesa que están en una fase muy inicial. La Consejería de Medio Ambiente asegura haber dado autorización ambiental a otras dos plantas en Molina de Segura, iniciativa tras la cual estaría la firma alicantina Efedos Biogás, integrada en Heygaz, una plataforma europea con sede en España que gestiona varias instalaciones en Grecia, Irlanda y Noruega.
La compañía Enagás es la que se ha puesto a la cabeza a la hora de impulsar nuevas plantas. El operador gasístico ha apostado por construir tres plantas más en Las Torres de Cotillas, Santomera y San Javier. En el primer municipio, la empresa se ha encontrado con la férrea oposición de los vecinos por las molestias que causarían el transporte de purines y los olores, según defendieron, lo que ha obligado al Ayuntamiento a plantear una consulta pública. En el caso de Santomera, el Consistorio advirtió a Enagás de que el municipio «no reúne las condiciones» para albergar la planta.
Publicidad
Gesalor proyecta otras dos plantas en Fuente Álamo y Totana. La cooperativa lorquina ya ha iniciado trámites respecto a la primera, interesada en poder gestionar los residuos orgánicos de más de 300 explotaciones porcinas del municipio fuentealamero. Cerca, en el Valle de Escombreras, el grupo Vertex Bioenergy (Ecocarburantes Españoles) comenzó en junio el papeleo de su futura planta de biogás en el polo industrial de Cartagena, con la idea de inyectar en la red alrededor de 60 GWh/año de energía limpia.
Más complicado es el caso de Alhama de Murcia, donde el Ayuntamiento trató de adjudicar en 2023 una parcela pública para levantar una planta, e incluso la empresa Efedos Biogás avanzó trámites solicitando la autorización ambiental, pero el concurso quedó desierto. El Consistorio ha avanzado a este periódico que quiere volver a licitar la parcela con la idea de que se pueda instalar «la mejor tecnología en la producción de biogás, sin que pueda ocasionar impactos ambientales ni sociales».
Publicidad
La mercantil ciezana Aurea Green Gass ya ha logrado que se declare de interés público el proyecto para construir una planta de tratamiento de purines y otros residuos orgánicos en la diputación lorquina de Torrealvilla. Al margen de estas instalaciones, ya hay empresas murcianas que cuentan con tanques de producción de biometano para autoconsumo.
El Gobierno de España aprobó hace dos años la Hoja de Ruta del Biogás y hace pocas semanas actualizó el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. El objetivo es producir un mínimo de 20 TWh anuales a partir de 2030. Hoy esa producción es siete veces inferior: «No hay otra producción energética limpia en España que pueda tratar grandes cantidades de residuos orgánicos ahora mismo», explica a LA VERDAD el ingeniero industrial y profesor de la Universidad Politécnica de Cartagena, Francisco Vera, experto en Técnicas Energéticas.
Noticia Patrocinada
La Comunidad, según datos de la Asociación Nacional del Gas (Sedigas), tiene potencial para albergar 40 plantas de biometano de tamaño mediano, lo que equivaldría a generar cada año 3,5 TWh. La producción de este combustible verde ayudaría a tratar 6,6 millones de toneladas anuales de desechos, la mayoría procedentes de granjas. El impacto económico ascendería, entre la inversión en plantas y conducciones de gas, a 700 millones de euros. La gestión alternativa de estos subproductos se limita ahora a plantas de compostaje o vertederos, muchos fuera de la Región, y con depósitos de escasa capacidad. La reutilización como fertilizantes en la agricultura es una opción más extendida.
Dado los objetivos de descarbonización y el interés creciente en construir estas plantas en la Región..., ¿qué está fallando? El presidente de Sedigas, Joan Batalla, apunta al miedo a lo desconocido. La historia se repite: con el desarrollo de grandes planta fotovoltaicas también llegó una oleada de críticas en determinadas zonas de la Región. «Estamos arrancando con esta tecnología que ya está madura y probada en otros países como Francia, donde hay 700 plantas (en España hay once grandes instalaciones)», afirma el representante de las gasísticas, que se queja de que tramitar una planta puede llevar entre dos y tres años.
Publicidad
El Gobierno regional no esconde su temor a que las protestas vecinales frenen la llegada de más proyectos y paralicen los actuales. Pero no cumplir con los objetivos de las directivas europeas en cuanto a la gestión de residuos y la economía circular conllevará multas en el futuro, avisan. Pese a esto, la Región no cuenta con un plan estratégico que potencie la generación de biogás, como sí tienen aprobado o en elaboración otros territorios como Comunidad Valenciana, Cataluña, Andalucía, Castilla-La Mancha o Castilla y León.
El biometano se presenta como una solución a las quemas agrícolas, al asumir el tratamiento de los restos de podas, pero también a los residuos ganaderos que dañan espacios como el Mar Menor y los acuíferos o a las emisiones de metano y CO2, recuerda el presidente de Sedigas. El profesor Vera cree que la Región tiene «unos recursos energéticos desaprovechados» y pide plantear un 'impasse': «Tenemos que solucionar el problema acuciante de la falta de gestión de determinados residuos. ¿Queremos balsas de purines o reducir la contaminación con un beneficio energético?».
Publicidad
El hidrógeno verde, otra fuente de energía renovable incipiente, es más caro de producir pero se alimenta del biometano para su generación. Batalla incide en que «el biogás no requiere de adaptar las conducciones como sí ocurre con el hidrógeno verde».
Los promotores de plantas de biogás en la Región están ofreciendo a los ganaderos acuerdos a largo plazo que contemplan la recogida gratuita de los purines en las granjas. La Unión de Pequeños Agricultores reclamó en una reunión reciente con la Consejería de Agricultura un plan regional de implantación y desarrollo de estas instalaciones, «que permitan la gestión y valorización de purines y estiércoles». Ecologistas en Acción, que ha presentado alegaciones contra los proyectos de varios municipios, exige por su parte un plan de ordenación de estas plantas, ya que teme un 'efecto llamada' que conlleve la construcción de más explotaciones ganaderas.
Infórmate con LA VERDAD: 1 año x 29,95€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Las zarceras tras las que se esconde un polígono industrial del vino en Valladolid
El Norte de Castilla
El Diario Montañés
Publicidad
Te puede interesar
Las zarceras tras las que se esconde un polígono industrial del vino en Valladolid
El Norte de Castilla
El Diario Montañés
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.