Ilegales
MÚSICA

Jorge Ilegal: «Me siento rabiosamente ilegal»

grupo musical

JAM ALBARRACÍN

Viernes, 7 de abril 2017, 01:46

De todos los grupos surgidos en aquella explosión de libertad + creatividad conocida como 'nueva ola' en los muy primeros años 80 españoles, seguramente los más salvajes y peligrosos fueron Ilegales. Enamorados de la provocación y nadando como peces en el agua en los límites entre lo políticamente incorrecto y lo siguiente, el power-trío asturiano liderado por Jorge Martínez -más conocido de hecho como Jorge Ilegal- ofreció discos y directos de bajo presupuesto y elevados impacto y actitud.

Publicidad

También, como buena parte de aquellas bandas, su trayectoria ha estado salpicada de irregularidades y parones, retornos, olvidos y reivindicaciones. En 2011 su líder se decantó por su proyecto paralelo, Jorge Ilegal y los Magníficos, lo que hizo temer por el futuro de la banda madre. Pero como «las canciones son las que mandan», el pasado 2015 Ilegales retomó su actividad con la publicación de 'La vida es fuego'. El documental 'Mi vida entre las hormigas' (¡por fin un documental español que no es una lamida tras otra!), también ha ayudado a poner en valor a uno de los grupos más incómodos y necesarios del rock español.

Pese a su (merecida) fama de pendenciero y bocazas, Jorge Martínez es un tipo con la cabeza muy bien amueblada, impulsivo pero conocedor del porqué de sus actitudes nada gratuitas. Nos conocemos desde los tiempos de la mili, no digo más.

-¿Qué va a tocar en Murcia? No me sea Chuck Berry y me diga 'canciones de Ilegales'.

-[Ríe]. Joder, empezamos bien... Pues vamos a intentar, si el tiempo lo permite, dar vida a 32 canciones. Vamos a hacer un recorrido amplio por toda la discografía de Ilegales.

-Los tiempos actuales ya no son nuevos, pero ¿siguen siendo salvajes?

-Indudablemente. Eso es una constante para la especie humana, por eso esa canción ['Tiempos nuevos, tiempos salvajes'] ha perdurado con tanta facilidad. Las canciones de Ilegales en general son bastante perdurables porque apelan a las raíces de la naturaleza humana. Y esa naturaleza no ha cambiado ni en 30 años ni en cinco mil años. Seguimos pareciéndonos mucho a quienes fuimos ayer.

Publicidad

-'La vida es fuego' es un disco de canciones inmediatas, muy pub rock. ¿Al final lo mejor es volver al origen del rock and roll que nos parió?

-Las canciones de 'La vida es fuego' no están exentas de profundidad pero sí que, tras cinco años de ausencia, hemos preferido elegir temas más inmediatos. Nos hemos guardado, yo creo, los mejores, se han quedado fuera también porque me parecía que no había que recargar el disco. Es una banda sonora para un reencuentro.

-¿En qué lugar se encuentran Los Magníficos? ¿Continuará con esa otra faceta?

-Pues lo más honesto, cuando no tienes canciones para un grupo, es dejarlo en vida latente, y en este momento no tengo canciones para Los Magníficos. Los Ilegales lo dejaron porque no existían canciones para Ilegales y han vuelto porque de una manera casi torrencial empezaron a aparecer canciones muy 'ilegales', se llegó a una colección muy amplia, con material para casi dos elepés. Quienes mandan son las canciones y en este momento me siento rabiosamente ilegal.

Publicidad

-Jorge, el norte está lleno de frío [título de una de sus canciones] y España -el norte, el sur y el este- está lleno de indie. ¿Qué le parece?

-Pues que no es tan independiente como parece. Eso que llaman indie es algo que depende de algo tan frágil como las modas. A mí me parece bien que la gente se divierta. No obstante, es peligroso para cualquier tipo de arte, y para la cultura en general, que exista una enorme masa en la que es difícil discernir qué cosas son valiosas. Pero bueno, con la cocina está ocurriendo lo mismo, todo el mundo se ha puesto a cocinar. Es el riesgo de la masificación, que tienen cabida tanto grandes genios como verdaderos imbéciles.

-¿Qué opinión le merece el documental sobre Ilegales, 'Mi vida entre las hormigas'?

-Tanto por prescripción como por planteamiento, 'Mi vida entre las hormigas' (Juan Moya y Chema Mera ) no es para nada un publirreportaje. Es decir, ellos me soltaron: si queréis un publirreportaje os lo pagáis y os lo hacemos, ahora, si vamos a hacer algo realmente interesante, nosotros decidimos cómo hacerlo. Y le dije que adelante, por supuesto. Es su obra, yo no quiero colgarme medallas, pero ha quedado realmente bien. Gustó mucho en el estreno en el Festival de Cine de Gijón, donde obtuvo el premio del público. Siempre he defendido que toda la verdad del rock no debe contarse, pero sí que se cuentan muchas verdades.

Publicidad

-Hay un momento que me gusta mucho, cuando define a Ilegales como un grupo de rock peligroso y dice algo como: «¿Le caemos mal a usted? Estoy encantado de ser su enemigo».

-Sí, es que esta manía actual de caer bien, no la entiendo. Los rockeros le caemos mal a mucha gente, los rockeros y en general todos los artistas, todo lo que sea cultura cae mal. Los de la prensa también caéis mal de cojones, no os libráis. Caemos muy mal... a los malos. Nos han convencido -o llevan muchos años intentando hacerlo- de que los malos somos nosotros, pero no, nosotros somos los buenos y además estamos encantados de caerle mal a usted y le vamos a hacer frente.

-«Levántate y lucha, esta es tu pelea», que escupe la canción.

-Es que lo decíamos muy en serio. Y mantenemos esa actitud combativa que, lógicamente, no le gusta al 'establishment'. No olvidemos que somos de la generación que hizo el servicio militar. Y allí aprendimos cosas muy incorrectas, como disparar a ráfagas. Somos de una generación en la que el pueblo era capaz de defenderse, tenía actitud de lucha. Esa actitud de pretender caerle bien a todo el mundo, con intención de ampliar tus recursos, es vomitiva. Nosotros asumimos el riesgo de no caerle bien a muchos y creemos que eso es algo valioso, porque las cotas de libertad de un pueblo también se amplían de esa manera.

Publicidad

-Hoy en las redes sociales es más fácil leer: 'Gracias Villaliebre, nunca os olvidaremos, uno de los conciertos de nuestra vida'. El caso es que una semana después no se acordarán ni de Villaliebre, ni de Villaconejo.

-Vaya moñada de mierda, a mí me repugna eso. Nosotros ya en el 82 íbamos a tocar a Barcelona y decíamos: 'Buenas noches, Madrid'. Y al contrario, eh. El chauvinismo es una de las peores lacras. Europa ha muerto [título de una de sus mejores canciones], pero lo ha hecho por un catálogo de errores muy amplio. Pero es como lo de la patera: meterse en una patera en Marruecos es un error, pero salirse de ella en medio del Mediterráneo es mucho peor.

Noticia Patrocinada

-Afirma Diego Manrique que todos esperan de Jorge Ilegal el exabrupto, que diga alguna barbaridad, y que usted suele entrar al trapo. Pero bueno, la provocación también mola, ¿no?

-Sí, la provocación mola, es necesaria y yo le he sacado un gran partido. Sobre todo quiero divertirme. Pero aunque Manrique no siempre tenga razón, ahí la tiene toda [ríe].

-Ahá.

-De todos modos, al público general le resulta muy difícil escuchar un discurso perfectamente articulado. De hecho, los dos cantantes que Diego menciona, Serrat y Sabina, a quienes tengo un gran cariño, son absolutamente incapaces de ello.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Este verano, tus noticias también viajan contigo

Publicidad