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Las labores de rescate de los restos del piloto y del avión se han reanudado este viernes. Antonio Gil / AGM

Un piloto de la AGA se estrella en el mar en el tercer accidente aéreo en seis meses

El comandante Garvalena muere al precipitarse en el Mediterráneo el C-101 con el que entrenaba en La Manga

Viernes, 28 de febrero 2020, 04:42

Una sensación de 'déjà vu' relataron haber vivido algunos de los presentes en las tareas de rescate del comandante Eduardo Fermín Garvalena Crespo, cuyo reactor cayó a primera hora de la tarde al Mediterráneo a unos 300 metros de la costa de La Manga, a la altura del kilómetro 6, cerca de Manga Beach. Con el mismo avión y aproximadamente en el mismo sitio donde se precipitó el pasado 26 de agosto el comandante Francisco Marín, quien también fue 'Solo' de la Patrulla Águila del Ejército del Aire, cuya misión consiste en llevar el avión a sus límites de forma segura, pero al servicio del espectáculo aéreo. Tantas coincidencias y con tanta cercanía en el tiempo hicieron que el accidente de ayer no fuera un siniestro cualquiera, por lo que la conmoción se dejaba notar tanto en el estamento militar como en los responsables municipales. «Ha sido como revivir la desgracia del comandante Marín en la misma orilla y con las mismas personas», contaba el alcalde de San Javier, José Miguel Luengo.

En un vuelo de entrenamiento previo al inicio de la temporada de exhibiciones, los pilotos de la patrulla acrobática habían salido a ejercitar ese 'calentamiento' que necesitan a los mandos de la máquina, igual que un deportista. El comandante Garvalena (Granada, 1981) era uno de los más hábiles pilotos del Ejército del Aire, con más de 2.300 horas de vuelo a sus espaldas en aviones de combate, pero por causas que se desconocen –y aún son un misterio en los casos de los dos accidentes anteriores–, su avión C-101 cayó al mar a gran velocidad. Algunos testigos relataron haber escuchado una explosión acompañada de una nube de humo justo cuando el avión se precipitó al agua. Otros aseguraron que vieron el avión hacer maniobras hacia arriba y después bajar en una trayectoria similar a la que el comandante Marín vivió el pasado verano.

El Ejército del Aire envió de forma inmediata su embarcación 'Avante', con los buzos especialistas en la búsqueda bajo el mar. Contaron con el apoyo de las embarcaciones 'Albufera', de Protección Civil de San Javier, y con las de la Guardia Civil y de Salvamento Marítimo. El helicóptero sobrevoló la zona hasta las diez de la noche. Poco antes, la falta de visibilidad hizo que los medios acuáticos abandonaran la búsqueda del aparato.

Durante toda la noche, agentes de la Policía Local de San Javier y de la Guardia Civil vigilaron la playa, y a primera hora de este viernes por la mañana se retomaron las tareas de búsqueda. En el operativo de emergencias en el entorno de la isla Grosa hay efectivos del Servicio Aéreo de Rescate (SAR) del Ejército del Aire en un helicóptero Eurocopter AS332 Super Puma. Están ayudados desde tierra por efectivos de Cruz Roja y de la Guardia Civil, que colaboran con el operativo.

Además se han sumado a las labores la corbeta Infanta Elena y el buque Neptuno A-20, un buque de apoyo a submarinistas y de rescate submarino, ambos de la Armada Española. Por el momento no han sido encontrados nuevos restos del avión siniestrado y las condiciones a primera hora de la mañana del viernes eran de 8 nudos de viento, que bajaron a 4 nudos a las 10 de la mañana, con una temperatura de 17 grados y baja nubosidad, si bien a primera hora se registró cierta neblina.

El cazaminas Tambre sustituirá en las próximas horas al Tajo en las tareas de búsqueda del avión C-101 de la patrulla Águila y de su piloto, el comandante Eduardo Garvalena Crespo, según informó un portavoz del Ejército del Aire.

El reactor era idéntico al que pilotaba el 'Solo' de la Patrulla Águila Francisco Marín cuando perdió la vida el pasado agosto

Este jueves, hasta las 19.40 horas el Ejército del Aire no confirmó la muerte del piloto, que poco después hizo oficial el Ministerio de Defensa, aunque las fuentes próximas al rescate ya anunciaban el peor de los resultados a media tarde, cuando comprobaron que el comandante no tuvo ocasión o decidió no optar por el recurso desesperado de eyectarse del avión pulsando el botón que permite propulsarse fuera del avión mediante el dispositivo instalado en el asiento.

Este sistema mecánico y la carga de material pirotécnico que llevan acoplados los aviones de la Patrulla Águila para hacer más vistosas sus exhibiciones, hicieron ayer más complejas las tareas de los buzos bajo el mar, que en cualquier caso solo podían realizar los submarinistas especializados del Ejército del Aire.

A medida que iba cayendo la noche sobre la playa de La Manga, los trabajos se hicieron más difíciles, hasta que se ordenó la retirada de los helicópteros, que hacían labores de apoyo en la localización de los restos de la aeronave. A última hora de la tarde, los equipos de rescate aún no habían podido extraer ni la aeronave ni los restos del piloto, salvo algunas piezas metálicas. El Ayuntamiento de San Javier puso a disposición de los buzos una máquina de detección de metales bajo el mar. A favor tenían ayer la calma del mar, debido a la ausencia de viento durante estos días casi veraniegos en la costa murciana.

El comandante Daniel Zambrano, jefe de la Patrulla Águila, y la comandante Rosa María García Malea, quien en la temporada pasada fue compañera de Garvalena en la unidad acrobática, estuvieron ayer presentes en la orilla presenciando la búsqueda del joven militar.

Luto oficial

Más allá de la playa acordonada por el siniestro, las redes sociales y las líneas de WhatsApp se inundaron de mensajes de dolor y sorpresa. «San Javier tiene una sintonía muy fuerte con la Academia General del Aire, y vivimos sus circunstancias para lo bueno y para lo malo, para festejar sus alegrías y para llorar sus pérdidas», afirmó ayer el alcalde, quien decretó un día de luto, que terminará en la medianoche de hoy, por lo que quedaron suspendidos los actos de Carnaval y, con mayor motivo, la presentación del proyecto 'San Javier Ciudad del Aire', prevista para hoy en el Consistorio con una maqueta del futuro museo aeronáutico, dedicado sobre todo a la Patrulla Águila.

«Igual que en el Ejército del Aire tienen por lema retomar cuanto antes el vuelo cuando ha habido un accidente, seguiremos adelante con el proyecto de futuro», afirmó José Miguel Luengo.

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