La Verdad
Domingo, 19 de julio 2020, 09:02
Francisca González, conocida como la parricida de Santomera, aprovechó su primer día en libertad, tras haber obtenido el tercera grado penitenciario, para tomar unas cañas y unas tapas por el castizo barrio murciano de San Andrés. Ataviada con un pantalón corto multicolor, una blusa negra y unas deportivas, y con el rostro cubierto casi a tiempo completo por unas gafas de espejo, pasó desapercibida para casi todo el mundo. No fue así para uno de los clientes de los bares que visitó, que la fotografió mientras hablaba por teléfono móvil.
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