El Gobierno de Castilla-La Mancha intenta resucitar turísticamente el Mar de Castilla, el enclave hidrológico de la cabecera del Tajo conformado por los ... grandes embalses de Entrepeñas y Buendía, donde nace el Trasvase hacia el Segura. En los años 60 del siglo pasado esta zona fue considerada como el 'Benidorm del interior' para miles de veraneantes y visitantes madrileños que se desplazaban hasta Sacedón para disfrutar del baño y de los deportes náuticos. Para mejorar el entorno socioeconómico de los 22 municipios ribereños, la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha promueve dos proyectos de ocio por valor de 4,8 millones de euros para construir un parque multiaventura y montar un servicio de cruceros fluviales, lo cual requeriría recuperar y mantener unas reservas de agua en los embalses que afectarían a los trasvase al Levante.
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El estudio de viabilidad, que fue sometido a información pública a finales de marzo, cuenta con el rechazo de Ecologistas en Acción, que lo considera «insostenible y fantasioso», por el modelo turístico que representa y por el descenso de las aportaciones en la cabecera del Tajo.
La Agencia del Agua, dependiente del Gobierno de Emiliano García-Page, explica que el Mar de Castilla «se convirtió casi en un fenómeno de masas que trajo consigo el desarrollo de urbanizaciones, restaurantes, clubes náuticos y todo tipo de servicios relacionados con la navegación». Añade que «este paraíso duró poco» con los trasvases a partir del año 1979, que hicieron descender las reservas, combinado con años «de sequía extrema».
Para desarrollar sus dos proyectos de ocio, considera necesaria «una progresiva recuperación de los antiguos niveles de agua en los embalses que permita, a medio y largo plazo, reimpulsar las actividades paralizadas durante estos años». Esta iniciativa se lleva a cabo en pleno proceso de discusión y debate de las nuevas reglas de explotación del Trasvase, con las que el Gobierno de García-Page pretende que se reduzcan considerablemente los desembalses para el regadío del Levante.
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Los proyectos consisten en la construcción de un parque multiaventura en bosque provisto de tirolinas gigantes, dos centros de interpretación, un embarcadero fluvial, kayaks, una zona de servicios y cafetería con terraza mirador, 14 alojamientos turísticos innovadores y un albergue juvenil de 140 plazas. El segundo proyecto, en Sacedón, incluye una embarcación para cruceros fluviales de 120 plazas, un centro de interpretación y una zona de servicios.
Ecologistas en Acción de Guadalajara solicita que se desestimen ambos proyectos por el impacto en la Red Natura y porque no tienen en cuenta «la grave situación de emergencia climática y las recurrentes sequías que sufrimos», indica. «De realizarse, se despilfarrarían 4,8 millones de euros de fondos europeos que deberían utilizarse precisamente a contrarrestar el cambio climático». Añade que el estado actual de los embalses, la mejor de los últimos doce años debido a las reservas almacenadas, que rozan los 1.200 hectómetros, «no garantiza que esta situación vaya a ser la habitual».
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