«Somos padres multitarea»
#YOMEQUEDOENCASA ·
Cinco días y sumando. Desde el pasado domingo, cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decretó el estado de alarma para frenar el coronavirus, las familias de la Región, como la que forman Carmen, Manuel, y sus hijos Manuel (de 9 años) y Mario (de 8), pasan las horas como mejor pueden. Pero si algo tienen claro es que crear unos hábitos ayuda mucho y que también hay que echar mano de la paciencia más de lo habitual.
«Desde el mismo domingo, y antes de ir recibiendo el material escolar, ya me senté para hacer un horario que pudieran seguir mis dos hijos», un punto de acuerdo inicial muy importante, relata Carmen, fisioterapeuta de profesión.
Su día a día comienza a las 9.30 horas, «algo más relajados que habitualmente», y tras vestirse («porque no podemos andar con el pijama todo el día») y desayunar comienzan las tareas. Tienen, a media mañana, como en el colegio, un recreo para descansar media hora.
La paciencia ha tomado un nuevo significado desde que deben compartir su trabajo con ayudar en los deberes
Mientras los niños hacen los deberes que les han enviado desde la escuela, Manuel, que es asesor fiscal, intenta seguir con su trabajo, ordenador y teléfono en mano, aunque la familia es consciente de que al ser autónomo, esta crisis le puede pasar factura. Y también Carmen intenta preparar ejercicios para sus alumnos.
«Pero no es fácil, porque a cada momento nos están haciendo preguntas de las tareas; Manuel y yo nos vamos turnando en las respuestas para ir adelantando nuestro trabajo», relata Carmen, quien comenta cómo en los grupos de WhatsApp muchos padres y madres ya destacan «la paciencia que tienen los maestros». Padres y madres se han convertido en progenitores «multitarea».
Tanto Manuel como Mario saben la razón por la que están confinados en la casa y, si bien el pequeño al principio se mostraba más asustado, con el tiempo y con la lectura de cuentos preparados especialmente para su edad «que encuentras por las redes sociales», se fue calmando. «A partir de ese momento está más tranquilo, y también están informados porque ven las noticias; les hemos dicho la verdad», añade Carmen, si bien quitándole el mayor grado de dramatismo posible.
Hasta ahora, no han salido a la calle «para nada» y los niños lo llevan bien, aunque reconoce que al vivir en un dúplex de una urbanización y tener un patio, «podemos salir de vez en cuando a tomar el aire; nuestra sensación no es de ahogo». En este punto, considera que su familia es afortunada si tiene en cuenta a quienes deben permanecer en un piso, sin balcones, patios o terrazas, y porque los chicos ya tienen una edad para entender la situación. «Los más pequeños, no suelen comprender por qué hay que estar en casa sin salir de paseo».
Para no perder las clases extraescolares, las academias han creado sesiones virtuales, de tal manera que ni Manuel ni Mario están quedándose atrás en su preparación en yudo y en inglés. «Y estamos aprovechando todos para hacer ejercicio con las clases de yudo; así nos movemos algo», señala Carmen.
«Por solidaridad»
La familia tiene claro que es necesario vivir el confinamiento «y hacerlo por solidaridad», y hasta el momento eso es lo que está viendo entre sus vecinos de urbanización. «Nosotros podríamos estar saliendo, pero hasta el momento no he visto a ningún vecino moverse; es una forma de solidarizarnos con todos aquellos que no pueden hacerlo; todos nos lo tenemos que meter en la cabeza y cumplirlo».
Sin embargo, Carmen, al igual que otros ciudadanos, no puede dejar de pensar que tal vez se tenían que haber tomado estas y otras medidas antes, y tampoco tiene claro que el confinamiento vaya a ser solo por 15 días. «Me temo que será más tiempo y que puedan llegar a endurecerse» las decisiones que tome el Gobierno español para frenar el virus.
Noticia Relacionada
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.