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Varios expertos trabajan en el yacimiento del Salto de la Novia, en Ulea, esta semana. J. A. Moreno
El Salto de la Novia de Ulea vuelve a la vida

El Salto de la Novia de Ulea vuelve a la vida

Arrancan los trabajos de restauración y conservación del yacimiento gracias a un convenio suscrito entre el Ayuntamiento y la Comunidad Autónoma

Jesús Yelo

Ulea

Viernes, 25 de octubre 2019, 13:34

Las obras de restauración y conservación del yacimiento arqueológico del Salto de la Novia, en Ulea, comenzaron hace unos días gracias a un convenio suscrito entre el Ayuntamiento y la Comunidad Autónoma. Este paraje llevaba medio siglo abandonado, pues no consiguió subvenciones estatales en los últimos años.

La empresa adjudicataria, Arqueonaturaleza S.L., pondrá en valor, para el disfrute de los los vecinos y turistas, este recurso patrimonial. Es el único yacimiento del Valle de Ricote y se sitúa entre Ulea y Ojós. La primera fase ha sido adjudicada por 40.806 euros, de los cuales 22.656 euros fueron aportados por la Administración regional, y el resto, por el propio Consistorio.

La Consejería de Turismo y Cultura destaca la calidad y el interés científico por el entorno. Los trabajos se desarrollan por un equipo formado por la restauradora-conservadora y directora del proyecto, Olga Briones, y la arqueóloga María José Morcillo que, junto a cuatro auxiliares, están llevando a cabo las obras.

El alcalde de Ulea, Víctor López, que se desplazó la semana pasada para supervisar los trabajos, destacó «la gran importancia que tienen estas obras en la que se aparecían claros vestigios de ocupación romana en nuestro municipio y la puesta en valor de esta zona histórica patrimonio monumental de Ulea».

La primera fase durará dos meses

La primera fase de este proyecto, que tiene un plazo de ejecución de dos meses, consiste en la restauración de los muros y su consolidación y limpieza. «Tras la fase de intervención de desbroce de la vegetación, han quedado al descubierto parte de las estancias de las viviendas junto a la escalera monumental que caracteriza al yacimiento», explicó Olga Briones. «Se trata de una ciudad amurallada que data del siglo IV al V después de Cristo».

La directora del proyecto detalló que «las labores proyectadas son la realización de una documentación fotográfica detallada, la limpieza del espacio de forma manual para eliminar las acumulaciones de tierra que se han depositado sobre las estructuras a lo largo de los años, la consolidación de las estructuras para devolver la resistencia mecánica al material disgregado, el repaso de los muros de mampostería para evitar nuevos desplomes y la colocación de hiladas de protección en la coronación de los muros para protegerlos de las inclemencias medioambientales».

Para la arqueóloga ciezana María José Morcillo, que reconoce que «es un lujo trabajar todos los días mirando este extraordinario paisaje con un potencial muy grande, los restos excavados en el Salto de la Novia a principios de los años setenta sufrían un importante deterioro por el paso del tiempo, destacando desplomes en las estructuras y disgregación continua en el material constructivo, así como un abundante desarrollo del manto vegetal que podía añadir nuevos daños e impedía la visualización del enclave arqueológico».

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