Muere el exalcalde de Ulea Antonio Ayala a los 79 años

Complicaciones en su enfermedad de diabetes durante muchos años acabaron con la vida de Antonio Ayala Abenza (Ulea, 1942). Sus padres emigraron a Barcelona y él vivió con ellos algunos años hasta que regresó definitivamente a Ulea en 1985. Contrajo matrimonio con Victoria Vargas Abenza el 10 de agosto de 1968 en la iglesia de San Bartolomé, fruto del cual nacieron Victoria, Antonio, María José y Carlos de la Cruz. Los tres primeros residen fuera, no así Antonio que lo hace en el pueblo. En 2018 celebró sus Bodas de Oro en compañía de su familia.

En el año 1972 aprobó unas oposiciones a la Seguridad Social y ejerció como celador durante 49 años, primero en el Insalud y luego en el Servicio Murciano de Salud. Previamente, trabajó en una imprenta y también vendiendo vehículos.

Persona muy conocida y querida en el pueblo, era cariñoso, afable y con afán de servicio público. Aficionado al fútbol y seguidor del Barcelona y de la Selección Española, le encantaban las flores y las plantas y disfrutaba con ellas en el jardín de su casa. También le gustaba el cine, la música y el ajedrez, además de escuchar la radio. Y sentía pasión por Frank Sinatra y Bárbara Streisand.

En las elecciones municipales de 1987 se presentó como Independiente y obtuvo acta de concejal. Un año más tarde participó en una moción de censura junto a Alianza Popular para desbancar al PSOE de la alcaldía, convirtiéndose alcalde de Ulea como Independiente, cargo que desempeñó desde el 5 de abril de 1988 al 15 de junio de 1991, los dos últimos ya con el PP tras afiliarse y desaparecer AP.

Durante su mandato, logró informatizar la casa consistorial y regularizó los sueldos de los empleados municipales a los de la administración regional. Impulsó igualmente la instalación de una de las principales empresas hortofrutícolas del pueblo, Frutas Ulea, y mostró bastante apoyo a la juventud de su pueblo, a la que instó a que se formara. Posteriormente desempeñó el cargo de secretario general y otros cargos en la ejecutiva local del PP.

Una de las personas que lo conoce bien es José Bolarín Cano, regidor de Ulea en las legislaturas 1999-2003, 2003-2007 y 2007-2011. «Era inteligente, sensato y, sobre todo, un buen padre de familia».

El actual alcalde de Ulea, Víctor López, guarda gratos recuerdos de la figura de Antonio Ayala. «Fue un gran hombre, metódico en su trabajo, sosegado y altruista, que jamás se aprovechó de la política y me dio muchos consejos que estoy siguiendo y ayuda».

Su muerte causó una enorme tristeza en la población y a su entierro, celebrado en la tarde del pasado domingo en la iglesia de San Bartolomé, acudieron numerosas personas que mostraron a sus familiares sus condolencias. Descansa en paz.

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