La mala floración reduce en dos millones de kilos la cosecha de almendra en la comarca de Mula
Las cooperativas constatan una caída de la producción y un desplome del precio, que pasa de 8 a 4 euros el kilo
Las cooperativas agrarias de la comarca del Río Mula, que trabajan en el manipulado y comercializan de la almendra, hacen ya balance de la campaña de este año en el que resalta la merma de más de dos millones de kilos con respecto al anterior ejercicio, así como la bajada, a la mitad, de precio del kilo en pepita del producto convencional. Sin embargo, el precio de la variedad ecológica se mantiene estable.
El ajuste productivo se ha apreciado más en determinadas zonas, debido principalmente a problemas en la floración por el frío en el primer trimestre del año. Es, sobre todo, el caso de la cooperativa La Vega de Pliego, donde se ha producido la mayoría del desplome, al caer a la mitad en relación a 2019, cuando se recolectaron 4 millones de kilos.
Según el presidente de esta entidad, Pedro Noguera, «se hace un balance agridulce, ya que la calidad de la almendra murciana ha sido excelente en esta campaña pero la producción y los precios están aproximadamente a la mitad que en años pasados».
Noguera insiste también en que el precio de la almendra convencional en grano es de 4 euros kilo, frente a los 8 euros que se pagaban en 2019. Y la variedad más demandada vuelve a ser la tradicional marcona, aunque también la almendra ecológica. En general, la Vega de Pliego destina a exportación buena parte de la producción, así como resulta muy importante en esta época la demanda de cosecha por parte de las empresas turroneras.
Mientras, la cooperativa agraria Cobuco, de Bullas, han recolectado unos 2 millones de kilos de almendra en cáscara, lo que supone 550.000 kilos en pepita, frente a los 3 millones de kilos en cáscara del pasado año. Esto supone otro gran desplome en la cosecha. El gerente, Fernando Abril, destaca que durante 2020 la sociedad «comercializará un 35% de la producción del total de almendra ecológica», lo que constata el salto en esta gama.
Otra firma de Bullas, Frusemur, ha recogido este año de manos de sus pequeños productores dos millones y medio de kilos. Y en la cooperativa Yefrut, de la pedanía muleña de Yéchar, se han recolectado unos 400.000 kilos, de los que 300.000 se corresponden con producto ecológico. La cooperativa muleña Frucimu ha llegado a contabilizar 300.000 kilos de almendra, lo que también deja un 25% menos que el pasado año.
El presidente de la Vega de Pliego incide, sin embargo, en que se ha localizado un repunte de venta de almendra ya partida al consumidor final para hacer dulces y diferentes tareas de cocina, ya que ha habido un aumento muy claro desde el confinamiento de este uso. Y tanto en el supermercado de las instalaciones de la cooperativa como a través del envío postal del producto, son cientos de murcianos los que compran tanto este gran producto de calidad recolectado como el aceite, en su gran mayoría, entre la comarca del Río Mula y el entorno de Sierra Espuña.
Más valor ante la americana
El representante pleguero Pedro Noguera reivindica el valor de la almendra española sobre la americana, incidiendo en el secado del producto como un rasgo fundamental, ya que es ahí donde «se basa una de las mayores diferencias de calidad y también en términos sanitarios respecto a la almendra americana».
Noguera recuerda que «la labor de secado que se realiza en Vega de Pliego es la gran garantía para la calidad y la salubridad de la almendra, ya que la humedad acarrea hongos perjudiciales».
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