Investigadores inspeccionan el interior de la cueva moratallera, posible hábitat de neandertales. Ciaam

Un grupo de investigadores identifican en una cueva de Moratalla vestigios de un hábitat neandertal

La cavidad, todavía en estudio, conserva material lítico musteriense y vestigios de la presencia de osos cavernarios

Miércoles, 31 de enero 2024, 00:46

Un equipo de investigadores acaban de identificar vestigios que apuntan a la existencia de un posible hábitat neandertal en una cavidad de Moratalla que estarían datados inicialmente en el Paleolítico Medio. Entre los restos en estudio destacan marcas de zarpazos (al menos seis) de oso ... cavernario ('Ursus spelaeus') aparecidas en las paredes de la gruta. Hasta ahora, en la Región de Murcia solo se habían localizado huellas de este animal, propio de la fauna del Pleistoceno tardío y que convivió con las comunidades neandertales, en la Cueva del Arco (Cieza). Por lo que este hallazgo vendría a confirmar la presencia de osos cavernarios en la Región, su latitud más meridional conocida hasta la fecha. En las prospecciones llevadas a cabo, también se ha hallado material lítico musteriense, lo que sustentaría la presencia de neandertales en el yacimiento, según indica a LA VERDAD el arqueólogo José Ángel Ocharan, que dirige los trabajos.

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Han encontrado la huella de al menos seis zarpazos que atribuyen a osos cavernarios

El lugar exacto donde se encuentra el yacimiento no ha sido revelado con el fin de salvaguardar su protección. En los próximos días está previsto cerrar la entrada a la cavidad con una verja para evitar posibles daños. El extraordinario descubrimiento ya ha sido notificado al servicio regional de Patrimonio Histórico, y el arqueólogo ya ha presentado la solicitud para su declaración como bien de interés cultural (BIC) con el objetivo de que se inicien cuanto antes los trámites para su catalogación y su protección jurídica.

La campaña forma parte de los trabajos puestos en marcha por el Centro de Investigación Antropoarqueológico del Mediterráneo de Moratalla (Ciaam), con apoyo del Ayuntamiento de Moratalla y la Universidad de Murcia (UMU). Tiene su sede en las antiguas escuelas de El Sabinar y nace con el reto de llevar a cabo «una prospección sistemática de los yacimientos» de esta zona de la comarca del Noroeste, que abarcan desde el Paleolítico a la Edad Media. También está previsto organizar encuentros y jornadas científicas.

Los investigadores del Ciaam datan el yacimiento descubierto en el Paleolítico Medio

La existencia de esta cueva prehistórica (un espacio de unos 30 metros de largo) ya se conocía. Hasta allí llegó el equipo liderado por Ocharan guiado por dos profundos conocedores de la zona, Cristina Sobrado y Jesús Rodríguez. El grupo multidisciplinar está formado por arqueólogos, biólogos, paleontólogos, geólogos, arqueastrofísicos e ingenieros informáticos. En el descubrimiento han participado Fulgencio Sánchez, Maribel Mateos, Javier Rosell, Cristina Sobrado, José David Martínez, Jesús Rodríguez, Luis Bernal, Ricardo Martínez y Andrés Cuevas.

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Para Ocharan, se trata de un hallazgo «sorprendente» que confirma la importancia arqueológica que atesora el valle que abarca desde el Calar de la Santa a Benizar, con restos de ocupación «neandertal, calcolítica, argárica, ibérica, visigótica y romana», detalla con entusiasmo Ocharan; «hay trabajo para toda una vida».

Uno de los zarpazos de la cueva atribuidos a oso cavernario. Ciaam

Los estudios, en marcha todavía, deben profundizar en los estratos de la cueva en busca de más materiales que confirmen cómo fue la ocupación de este espacio a lo largo del tiempo, que ya ha sido prospectado centímetro a centímetro, una potencia de sedimentos que Ocharan estima superior al metro y medio. Además de una punta lítica musteriense, restos de sílex y lascas, y los zarpazos de osos cavernarios, los investigadores también han encontrado otros restos óseos de fauna paleolítica, concretamente un metapodio de ciervo. En los laboratorios, en manos de Pilar Iborra, de la Universidad de Alicante, sigue para su análisis una vértebra que podría pertenecer al 'Ursus spelaeus' y, de confirmarse, sería el primer resto óseo de la desaparecida especie hallado en la Región.

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Además, deberán analizar «una pareidolia de una figura animal visible sobre una de las grandes rocas del interior de la gruta», en el que parece haber representado, para unos, un ciervo con su cornamenta, para otros un oso o un león, y que «será revisado por los geólogos para ver si hay intervención antrópica», es decir, si es consecuencia de la acción de la mano del hombre y, por tanto, un petroglifo.

Pareidolia que parece la silueta de un ciervo con su cornamenta tallada en una roca del interior de la cueva. LV

Como dato llamativo, la cueva también cuenta con una 'chimenea' por la que se cuela la luz natural y que, durante el solsticio de invierno (21 de diciembre), ilumina la piedra principal de la cavidad. Según el arqueoastrofísico Daniel Iborra, que lo ha estudiado, «la cueva tiene una orientación perfecta al solsticio de invierno, a 235 grados», especifica el arqueólogo, que aclara que de no ser una casualidad, sería «la constatación de orientación astronómica más antigua del mundo, después de Gorham en Gibraltar». Ocharan anuncia que, cuando se equipe el Ciaam, se harán campañas sistemáticas en primavera.

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