Peleas entre internos con gran agresividad, uso de 'pinchos', temor por la integridad física de los funcionarios... Es la oleada de incidentes que está ocurriendo durante todo el mes de enero en la cárcel de Campos del Río, según denuncian desde la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP). Según esta organización, existe un grave conflicto entre bandas rivales de presos de origen argelino y marroquí que desemboca en continuas peleas entre los internos del módulo de menores, aquellos que tienen entre 18 y 21 años.
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El primer episodio se produjo el 1 de enero, cuando un grupo de presos se enfrentaba entre ellos a puñetazos y patadas en el patio de su departamento. A pesar de que los funcionarios trataron de sofocar la reyerta, los internos participantes en la pelea reaccionaron con agresividad.
A raíz de este altercado los funcionarios constatan cómo se va incrementando la tensión entre los dos grupos de internos, marroquíes y argelinos, que desemboca en una nueva pelea diez días más tarde. En esa ocasión tuvieron que intervenir hasta otros presos, que ayudaron a sujetar a los participantes y evitaron que agredieran a los empleados públicos. Desde la APFP denuncian que se pidió al director de la prisión que se enviara a aislamiento a los participantes para «garantizar la seguridad del departamento, de los funcionarios y de los propios internos», pero esta medida no se tomó y minutos más tarde se volvió a producir otra reyerta.
Cuatro días después, el 14 de enero, y protagonizada por los mismos dos bandos, se suceden diferentes peleas multitudinarias, con gran violencia, que esta vez sí desembocan en el aislamiento de los cabecillas de los grupos. Sin embargo, desde la APFP critican que la medida solo se mantuvo un día y que ademas no sirvió para calmar los ánimos, ya que «en el módulo saben que tarde o temprano los aislamientos se levantarán».
Así, la escalada de tensión culmina el 16 de enero, cuando tiene lugar otra reyerta en la que se llegaron a intervenir 'pinchos carcelarios' para «causar el mayor daño psoible, tanto a otros internos como a los funcionarios de prisiones». En esta ocasión, según relata la APFP, fue necesario movilizar casi a la totalidad de la plantilla que se encontraba trabajando en ese momento.
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Desde la Asociación Profesional de Funcionarios de prisiones denuncian que la dirección del centro penitenciario de Campos del Río «no ha estado a la altura, tomando decisiones que han puesto en riesgo la integridad física» de los trabajadores. Asimismo, reclaman que se adopten medidas «contundentes y definitivas» para evitar nuevos incidentes y que se tenga que lamentar «consecuencias indeseadas para profesionales e internos».
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