La operación contra la red de Alguazas que traficaba con armas de guerra suma ya 18 detenidos
La Guardia Civil incauta 11 armas de fuego, incluidos un fusil de asalto y un subfusil, y 897 cartuchos
La operación que la Guardia Civil ha desplegado contra una red, asentada en Alguazas, dedicada al tráfico de armas, incluso de guerra como fusiles de asalto AK-47, ya suma 18 detenidos -entre ellos Enrique N., perteneciente al 'clan de Los Pulleros' y varios miembros de su familia- y la imputación de otras seis personas, tal y como explicaron fuentes del cuerpo. El golpe, que fue avanzado por LA VERDAD, ha permitido desarticular la banda, que supuestamente suministraba armas a narcotraficantes para custodiar almacenes y plantaciones de marihuana ante posibles vuelcos de otros grupos y contaba con ramificaciones en distintos puntos del sur de España. La Benemérita ha realizado hasta 16 registros en la Región de Murcia, Alicante y Cádiz.
Los investigadores detectaron en la Región un entramado en el que personas con licencia de armas, adquirían legalmente armas de fuego tácticas para después dárselas a los cabecillas de la organización, pasando así al mercado ilegal. Posteriormente estos testaferros denunciaban falsamente su robo o extravío y así desviaban armas como rifles, versiones civiles de fusiles de asalto militares y escopetas policiales.
Tal y como ya explicó este diario, el 19 de septiembre del pasado año uno de los supuestos testaferros de la banda, José Manuel C. –que posee licencia–, fue captado en dos armerías de Murcia comprando ocho rifles y cuatro escopetas. Del análisis de su móvil y de las cámaras de seguridad de los locales los guardias concluyeron que José Manuel C. acudió a las armerías acompañado de Enrique N., 'El Pullero'. Este vecino de Alguazas, de 31 años y con numerosos antecedentes, subraya el atestado de la Guardia Civil, al que LA VERDAD ha tenido acceso, no cuenta con licencia de armas.



A raíz de la detención de este testaferros, remarcan fuentes del cuerpo, los investigadores identificaron a la organización que realmente financiaba la compra de las armas y que estaba asentada en Alguazas. Asimismo, la trama contaba con ramificaciones en otras provincias y algunos de sus integrantes ya habían sido detenidos por actividades relacionadas con el tráfico de armas y de drogas. También les constaban numerosos antecedentes policiales, incluso por tentativa de homicidio con arma de fuego.
Una galería de tiro subterránea
La investigación de la organización criminal de Murcia llevó a los agentes hasta otro grupo dedicado al tráfico de armas en la provincia de Granada, donde se intervinieron una docena de armas, incluidas de guerra. La mayoría de ellas estaban enterradas en un descampado y contaban con una galería de tiro subterránea donde probaban las armas.
Ambas organizaciones, explicaron las fuentes, se abastecían mutuamente para satisfacer las necesidades de sus clientes, quienes en su mayoría eran otras organizaciones dedicadas al narcotráfico. Entre las armas que suministraban había fusiles de asalto AK47, escopetas y rifles tácticos a pistolas de última generación.
La banda de Murcia no sólo traficaba con armas, sino que igualmente se dedicaba al cultivo y a la distribución al por mayor de marihuana, controlando numerosas plantaciones indoor. Una parte de las armas con las que traficaban iba destinada a dar custodia y seguridad a estas plantaciones para evitar los robos entre organizaciones rivales, comúnmente denominados vuelcos.
Dichas plantaciones eran controladas de forma remota por los cabecillas de la organización a través de cámaras wifi de video vigilancia, por medio de las cuales controlaban tanto a los miembros de la propia organización que las gestionaban (capataces, jornaleros, electricistas...) como también trataban de detectar posibles vigilancias policiales o la presencia de rivales que fueran a sustraerles las cosechas.
La Guardia Civil ha identificado y desmantelado cinco de estas plantaciones indoor de marihuana, en alguna de las cuales se han intervenido las armas de fuego ilegales que utilizaban para su custodia.
La Guardia Civil ha realizado 16 registros simultáneos en las provincias de Murcia, Alicante y Cádiz. En total se han intervenido 11 armas de fuego (incluidos un fusil de asalto y un subfusil), 897 cartuchos metálicos de diferentes calibres (249 de ellos de guerra), un silenciador y numerosos cargadores de armas, 173.500 euros en metálico, 1.733 plantas de marihuana, 4,1 kilos de marihuana, 400 gramos de cocaína, cinco vehículos de lujo y un vehículo sustraído.
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