EFE
Jueves, 25 de julio 2019, 11:02
El semanario británico 'Nature', una de las más prestigiosas revistas científicas a nivel mundial, publicó el pasado día 12 un artículo en el que destacó que el equipo de Pablo Artal obtuvo por primera vez imágenes en vivo de la córnea humana cuando hasta ahora se había hecho 'in vitro'.
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Se empleó el conocido método de microscopía de dos fotones, inventado hace más de 25 años para obtener imágenes de tejidos biológicos, y aunque este tipo de microscopía se utilizó antes en tejidos oculares 'in vitro' de donantes humanos, la obtención de imágenes del ojo humano en vivo ha sido un desafío que no había sido logrado hasta ahora. El problema que suponía esta técnica en un ojo vivo era el daño que podía causar la potencia del láser de este tipo de microscopio, por lo que tuvo el equipo de Artal tuvo que hacer un cálculo preciso del umbral de daño teniendo según normas de la Comisión Internacional sobre Protección contra la Radiación No Ionizante.
El cálculo de estos límites se realizó considerando el peor escenario posible, que es un punto focal estático, si bien la posición del rayo láser de Artal durante la grabación de imágenes no fue estático sino dinámico, un supuesto que benefició a los niveles de seguridad. El tiempo necesario para adquirir una imagen son 0,42 segundos de exposición con una resolución de 1,5 micromicras. Este trabajo presentó un nuevo microscopio de dos fotones desarrollado para obtener imágenes de la parte anterior del ojo humano en vivo, informó a EFE Artal, quien subrayó que es la primera vez que se obtuvieron este tipo de imágenes de la cornea y del blanco de los ojos (esclerótica), lo cual es muy útil teniendo en cuenta que ambos son elementos complejos fisiológicos ricos en colágeno.
La córnea contribuye a aproximadamente a dos tercios de la potencia refractiva del ojo y dentro de ella, el estroma se compone de laminillas de colágeno apiladas que constituyen el 90 por ciento de su espesor. Las imágenes adquiridas son de suficiente calidad para visualizar la disposición del colágeno y sus características morfológicas, lo que tiene un claro interés clínico, por lo que puede constituir una herramienta para el diagnóstico temprano de enfermedades oculares a escala diminuta.
Artal trabajó en esta innovación con la colaboración del investigador Juanma Bueno desde su laboratorio de la Universidad de Murcia y a diferencia de los instrumentos que actualmente se emplean, el microscopio que han diseñaron evita el contacto con el ojo y el uso de anestésicos locales oculares, lo que aumenta la comodidad del paciente. Este método mínimamente invasivo se cree que puede abrir la puerta a las investigaciones en vivo del ojo y, por lo tanto, ser crucial en oftalmología, mientras que los diagnósticos y seguimientos de diferentes patologías y cirugías se beneficiarán de este enfoque en el futuro.
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