LA VERDAD
MURCIA.
Lunes, 5 de diciembre 2022, 01:23
El Gobierno regional, a través de la labor del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (Imida), está aplicando tecnologías emergentes, basadas en la nanotecnología y los principios de la química verde, para revalorizar los residuos generados en la industria agroalimentaria y crear productos de alto valor añadido, fomentando la economía circular. El director del Imida, Víctor Serrano, destaca que el objetivo es sacar partido a los desechos que se producen en este sector «para destinarlos a nuevos productos de alimentación, cosméticos o farmacéuticos, aumentando la eficiencia, el rendimiento económico y la sostenibilidad».
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Así, los equipos de investigación del Imida, a partir de los resultados de investigaciones previas, han puesto en marcha una línea de trabajo que pretende poner a disposición del sector agroalimentario regional las herramientas que les permitan recuperar compuestos de origen natural con efectos saludables, como los polifenoles, a partir de los residuos generados durante la producción.
Antonio Abel Lozano, del equipo de Biotecnología del Imida, explica que los polifenoles, que están presentes en frutas, verduras, vino, café, té o chocolate, favorecen una flora intestinal equilibrada y pueden proteger contra patologías como los trastornos intestinales, las enfermedades inflamatorias, la obesidad e incluso hasta el riesgo de cáncer.
El equipo trabaja para determinar, en función del tipo de residuos y los compuestos de interés que contengan, además del mejor método de extracción, la mezcla con el biopolímero más adecuado para encapsularlos y preservar sus propiedades. Un ejemplo de los trabajos realizados es la estabilización de los extractos de polifenoles recuperados de los residuos del destilado de plantas aromáticas, como el tomillo o el romero, que tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, encapsulándolos en nanopartículas de fibroína de seda, lo que mejora su estabilidad.
Otro ejemplo es el de la recuperación de compuestos procedentes de la producción de vino y su estabilización en biopolímeros gastrorresistentes. Entre los soportes utilizados para la encapsulación, se investigan nuevas formulaciones de origen vegetal como las maltodextrinas y otros que provienen de la seda. Así se consigue disponer de todo el beneficio del vino en un concentrado sin los efectos nocivos del alcohol para su uso en alimentación o dermocosmética.
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