Una mujer se sentará la próxima semana en el banquillo de la Audiencia Provincial acusada de forzar a sus dos hijas, de 15 y 23 años, a ejercer la prostitución. La sospechosa, según explica el fiscal en su escrito de conclusiones provisionales, trabajaba como camarera en un club del polígono industrial Base 2000 de Lorquí y aprovechaba ese local para concertar citas para sus dos hijas con distintos clientes. Estos supuestamente acordaban con la acusada un precio por los servicios sexuales de las dos jóvenes, una de ellas menor de edad, que ésta cobraba antes de permitir que ambas saliesen del local.
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La Fiscalía solicita penas que suman ocho años de cárcel para la acusada, que afronta presuntos delitos de prostitución y prostitución a menor de edad. El Ministerio Público reclama, asimismo, varias multas, una pena de un lustro de libertad vigilada y que se le prive de la patria potestad de su hija menor. Solicita, además, que indemnice a sus hijas en 6.000 euros por los daños morales causados.
Esta mujer estará acompañada en el banquillo por Rabah K. y Fernando J.M., quienes presuntamente regentaban dos clubes - Tu Nueva Tentación (TNT) y Neverland- del polígono Base 2000 en el que presuntamente se explotaba sexualmente a extranjeras. Los acusados, sostiene el fiscal, se lucraban de la actividad de estas mujeres, a las que no les realizaban contrato laboral alguno ni les daban de alta en la Seguridad Social. Las víctimas, explica, trabajaban largas jornadas durante más de diez horas sin descanso y cobrando un ínfimo porcentaje de las copas que los clientes consumían como parte del salario.
El 16 de enero de 2015 los agentes de la Policía Nacional realizaron una inspección de los dos locales, localizando a Rabah K. en compañía de dos camareras que se encontraban en situación irregular en el país. Ambas, explica el fiscal, realizaban labores de alterne «en condiciones claramente perjudiciales de sus derechos».
En marzo de 2016 la Policía entró nuevamente en el local de Rabah K. y, en esa ocasión, localizó allí a la otra acusada junto a sus dos hijas. El Ministerio Público considera que las dos jóvenes, una de ellas de 15 años, eran prostituidas en el local. La minoría de edad de una de ellas, remarca, era aprovechada como reclamo para atraer a un mayor número de clientes.
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Además, la madre de ambas presuntamente aprovechaba los contactos que le ofrecía el local para acordar citas con sus hijas fuera del establecimiento. Una situación, remarca el fiscal, que era asumida por sus vástagas «que no tenían otro medio de vida posible». Esta realidad también era supuestamente conocida por Rabah K., que no consta, sin embargo, que se beneficiara también de esta actividad fuera del local. El Ministerio Público reclama para Rabah K. y Fernando J.M. penas de ocho y cuatro meses y tres años y cuatro meses de prisión, respectivamente.
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