Las concejalías de Salud Pública y Bienestar Social de Molina de Segura han desalojado y precintado dos trasteros que habían sido alquilados como vivienda a un matrimonio y a otra persona. Estos tres vecinos, que residían en unas condiciones higiénico-sanitarias muy deficientes, han sido realojados ya en una casa privada de alquiler, donde durmieron en la noche de ayer.
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Los servicios del Consistorio molinense tuvieron conocimiento, a través de la Policía Local, de que el propietario de estos trasteros, ubicados en un edificio del casco urbano, alquilaba estos espacios al precio de 100 euros al mes. Asimismo, había instalado en la propia terraza del inmueble un retrete y una cocina para los inquilinos. Los vecinos mostraron su queja sobre lo que ocurría, tras percatarse de la situación en la que se encontraban estas personas.
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