Constantin Stan mantiene que no mató a los dos holandeses en una nueva declaración

Constantin Stan, uno de los dos presuntos autores materiales del asesinato de la jugadora holandesa de voleibol Ingrid Visser y de su pareja, Severein Lodewijk, se ha ratificado este martes en la declaración que hizo en diciembre de 2013 en el Juzgado que investiga los hechos y en la que negó haber participado en el crimen.

Stan prestó nueva declaración en cumplimiento de un auto del presidente del jurado popular que deberá juzgar los hechos, y que tomó esta decisión al comprobar que la cinta en la que se recogía el primer interrogatorio era "inaudible".

Pese a que el sonido pudo recuperarse con posterioridad, se ha creído conveniente repetir esta diligencia de prueba en cumplimiento del principio de tutela judicial efectiva y para evitar que pueda alegarse indefensión, según indicaron fuentes judiciales.

En su primera declaración, prestada en el Juzgado de Instrucción de Molina de Segura que dirige las investigaciones, y ratificada este martes, según señalan fuentes de las defensas, este ciudadano rumano afirmó haber estado en la casa rural donde fue cometido el doble crimen, hace ahora casi dos años. No obstante, negó haber estado presente en el momento en que Visser y su pareja perdían la vida como consecuencia de los fuertes golpes recibidos en la cabeza con un objeto contundente que no ha podido ser determinado. Y añadió que cuando ocurrieron los hechos él se encontraba en un piso superior del inmueble, bebiendo whisky y jugando, y que fue al bajar cuando se encontró con lo que había sucedido.

Comentó también que vio manchas de sangre en su compatriota Valentín Ion, supuesto autor material de los asesinatos, junto con el declarante, aunque añadió que no podía decir si aquel había intervenido en los hechos. En su versión, exculpó igualmente a otro de los acusados, Juan Cuenca, gerente del club de voleibol donde jugó Visser, y comentó, en otro momento del interrogatorio, que, según lo que escuchó después, cuando acudieron a la casa rural no se hizo con intención de matar a la pareja.

Los tres citados están acusados de dos delitos de asesinato por el fiscal y por la acusación particular, que ejercen las familias de la jugadora y de su pareja.

El cuarto imputado es Serafín de Alba, propietario del huerto donde fueron enterrados los cadáveres, al que se atribuye un delito de encubrimiento.