Toneladas de agua y barro llegaron este miércoles de nuevo a la localidad pinatarense de El Mojón. Este pueblo costero, dividido entre la Región de Murcia y Alicante, se ha convertido en el punto negro de las inundaciones en la costa norte de la Región. Los vecinos vieron cómo las calles se convertían de nuevo en canales de lodo, por tercera vez en un mes. Como en los anteriores episodios de lluvia, grandes cantidades de agua bajan de los terrenos de interior, tanto de la zona alicantina como de la murciana, en dirección al Mediterráneo, y encharca la carretera que une el casco urbano de San Pedro del Pinatar con El Mojón.
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Esta carretera, la RM-F33 fue la única que estuvo cortada este miércoles en la comarca del Mar Menor para evitar accidentes. Tanto el corte de su acceso principal, como las grandes bolsas de agua, causan graves molestias a los vecinos, que no pueden transitar por las calles ni salir de la localidad por su vía más directa. «La lluvia nos tiene en vilo durante horas, la vivimos con mucha inquietud y miedo a que entre en nuestras casas, como en otras ocasiones», explican desde la asociación Stop Inundaciones de El Mojón.
Las lluvias caídas durante la mañana volvieron a arrastrar grandes cantidades de sedimentos al Mar Menor, que mostraba este miércoles de nuevo una elevada turbidez. Las escorrentías han vuelto a desfigurar las playas de la laguna, abriendo ríos en la arena y desplazando hacia el interior los montones que los operarios municipales habían recuperado en las últimas semanas de las orillas, con el fin de recuperar el colchón arenoso.
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