La primera mujer presidenta de la Cámara de Comercio de Murcia, Miriam Fuertes. Nacho García / AGM
Presidenta de la Cámara de Comercio de Murcia

Miriam Fuertes: «Hemos sido condescendientes con la falta de infraestructuras»

La directora ejecutiva de Profusa analiza la evolución del turismo, la vivienda y las barreras que tiene la competitividad

Tania Costa

Murcia

Jueves, 25 de julio 2024

Miriam Fuertes es la primera mujer en 125 años en presidir la Cámara de Comercio de Murcia. Ella no esperaba, primero, que el anterior presidente, Miguel López Abad, la llamara para ocupar la vicepresidencia ni que a falta de año y medio para acabar la legislatura él dejara el cargo para presidir la Croem y que, por estatutos, le tocara a ella asumir su relevo. Para la directora ejecutiva de Profusa, la responsabilidad es grande porque cree que es una oportunidad para que la generación de mujeres que viene detrás tenga referentes, como ella los tuvo cuando veía a Margaret Thatcher dirigir un mundo de hombres. El reto también es personal. Sobre sus hombros pesa la responsabilidad de no fallarle a su padre, el empresario Tomás Fuertes.

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–¿Conocía a López Abad antes de entrar con él en la Cámara de Comercio?

–No lo conocía de nada y me sorprendió su llamada. Me dijo que quería que arrimara el hombro porque quería contar conmigo en su ejecutiva. Salí de mi cueva, de la gestión y dije: 'No sé qué se requiere de mí, pero a lo mejor, si me han llamado, ha llegado el momento de colaborar'.

Elecciones en la Cámara

«No cierro la puerta del todo a presentarme, pero me encantaría que hubiera alternancia»

–¿Por qué a una mujer tan preparada le sorprende que la llamen para ocupar un cargo?

–He pecado de enfocarme mucho en mi formación. Para mí siempre ha sido una preocupación mejorar porque soy de una generación bisagra entre lo analógico y lo digital. Soy de la generación EGB y pienso que me puedo quedar desfasada. Siempre he estado pendiente de lo que se esperaba de mí por la responsabilidad familiar. Me he autoexigido estar siempre en continuo aprendizaje. A lo mejor estaba muy encerrada en mí. Y a lo mejor esa parte de lo que proyectas hacia afuera, no lo valoras. Nos pasa un poco a muchas mujeres. Tengo la responsabilidad de no fallarle a mi padre que, de una empresa muy pequeñita que fundó nuestro abuelo, mira el recorrido empresarial que ha tenido.

–¿Qué dijo su padre cuando supo que iba a ser la primera mujer presidenta de la Cámara de Comercio de Murcia?

–Mi padre me ha apoyado siempre. Es un hombre que, desde que yo era pequeña, ha confiado en mí. Siempre ha estado ahí. Nunca me ha impuesto nada. Me ha dejado libre. Yo he elegido mi vocación, que es empresarial.

Miriam Fuertes. Nacho García / AGM

–¿Optará a presidir la Cámara cuando acabe este mandato?

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–Esto me ha pillado de sorpresa. Yo no esperaba que Miguel (López Abad) saliera y que, de repente, hubiera que cubrir ese puesto hasta terminar la legislatura, como marcan los estatutos. Por lealtad a la Cámara asumí esa responsabilidad de, por lo menos, cubrir esa etapa. Como no lo esperaba, todavía lo estoy asimilando. No es mi intención (presentarse a elecciones) porque no es mi carrera profesional. Me encanta que haya alternancia en los cargos. Es importante, sobre todo, en el entorno empresarial, que entre y salga gente. Tengo que ser honesta. A día de hoy considero que estoy preparada, pero dentro de dos años yo quiero que la persona que esté más preparada que yo esté en ese cargo. No cierro la puerta del todo, pero me encantaría que hubiese alternancia y que entrara gente nueva.

–¿Qué prioridades se marca para este año y medio de mandato?

–Es muy pronto, acabo de tomar posesión, pero a mí los dos ejes estratégicos que a nivel empresarial me parecen fundamentales, se pueden aplicar, en este caso, a la Cámara de Comercio porque, al dar servicio a las empresas, tenemos que ir por delante siempre. Tenemos que pensar en mejorar su productividad, que sean eficientes y sostenibles. Y luego, un tema preocupante, que es el de la competitividad.

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Globalización

«Antes había que salir fuera; ahora lo difícil es luchar desde dentro, por la sobrerregulación»

–¿Qué le preocupa de la competitividad en estos momentos?

–Hoy en día no hay fronteras. Antes el reto era salir al exterior. Las cámaras de comercio te ayudan a salir al exterior porque tenemos los contactos diplomáticos con cualquier parte del mundo. Ahora la ironía de las cosas se ha convertido en lo contrario. Lo difícil es luchar desde dentro porque nos atacan desde fuera. Tenemos una sobrerregulación (en Europa) y eso hace que perdamos competitividad con el resto del mundo porque las reglas del juego son distintas para unos y para otros. No todos estamos jugando con reglas muy garantistas. A mí, personalmente, me preocupa mucho que al final una empresa no se quede porque si no se produce, tampoco hay empleo. Que se genere empleo es una responsabilidad social que tenemos todos.

–¿Qué se puede hacer para ajustar las reglas del juego?

–En España la seguridad alimentaria es una cosa maravillosa y podemos competir en eso con quien se nos ponga por delante, pero estás compitiendo con gente que no tiene esa exigencia. Las reglas del juego son injustas. Las cámaras de comercio debemos unirnos como sociedad civil fuerte y estar siempre fuera del debate político. Lo que es bueno para la sociedad no debe entrar en el juego político.

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Posición

«Las cámaras de comercio debemos unirnos como sociedad civil fuerte y estar fuera del debate político»

–Hay preocupación empresarial por el recorte del horario laboral.

–La producción tiene su cadena y se rompe por el eslabón más débil. Si no se produce, el producto final se va a encarecer y ese producto lo compra alguien. Si lo compran los de fuera, pues estupendo, pero es que los españoles también consumen. Las empresas grandes que tengan más recursos se manejarán de una forma u otra, pero yo me enfoco en las pymes, que son mayoritarias. El carnet de emprendedor es gratis. Sólo tienes que tener la voluntad de querer hacerlo y tenemos que quitar la barrera de entrada y ponerlo fácil para que muchas personas puedan acceder a ser emprendedores. Cada euro de beneficio que gana una empresa, lo devuelve a la sociedad multiplicado por cinco. ¿Por qué? Porque meten en el circuito económico lo que pagan a los proveedores, las amortizaciones, los intereses del capital y la cuantía más importante, que son los impuestos, que es lo que aportamos al estado de bienestar y es lo que se mantiene en la sociedad.

–¿Qué diagnóstico hace de la situación económica actual?

–Hemos vivido una pandemia que dices: 'No hay referentes' y hemos tenido que reinventarnos a una velocidad increíble, todos a una y lo hemos superado. Es un aprendizaje grandísimo. La geopolítica hoy en día juega un papel fundamental. Yo a veces lo pienso y digo: 'Somos marionetas, hacemos lo que nos dejan hacer'. El empresario siempre tiene que ser positivo, ver que si aquí se ponen las cosas mal, el mundo es muy grande y a lo mejor mi producto, si yo trabajo bien y es bueno, siempre va a haber un rincón en el mundo en el que voy a encontrar ese nicho de mercado. El mundo está lleno de rincones donde hay oportunidades.

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Construcción

«El ladrillo vale en función de donde se ponga. El coste de producirlo es el mismo en Murcia que en Madrid»

–Conoce el sector turístico. ¿Qué pasa para que haya turismofobia en Baleares y Málaga y aquí no?

–Para que lleguen turistas, lo primero es tener las infraestructuras para que lleguen. En la Región de Murcia, lamentablemente, llevamos arrastrando esa falta de infraestructuras muchísimos años. Más que suficiente. Hemos sido condescendientes de más. Nuestro empresariado crece a unos ritmos que no le acompañan las infraestructuras, que tienen que ir por delante. Siempre va a unos ritmos mucho más rápidos. Eso es básico para que se desarrolle y hay que defenderlo. Sin infraestructuras no se puede desarrollar la base de absolutamente nada. Me hablabas de Baleares... Comunidad Valenciana, nuestra vecina Andalucía, nos llevan años luz en el desarrollo de sus planes estratégicos en cuanto al turismo. Murcia está en el arco mediterráneo con unas bondades infinitas. Soy defensora 100% de todo lo murciano. Entonces, con todos los respetos del mundo, para mí Murcia está en el top para competir con cualquier otro modelo turístico de nuestros vecinos. Tenemos clima, kilómetros de costa maravillosa, virgen, la laguna salada más grande de Europa, pero claro, no tenemos infraestructuras a nivel turístico. Faltan hoteles, no tenemos camas suficientes para poder competir con las regiones vecinas. Como hay que buscar la parte positiva, ahí tenemos una vía de crecimiento para diseñar un plan estratégico con el que crecer, el que se elija.

–La construcción ya no es el motor de la economía regional. Como directiva de Profusa, ¿qué pasa?

–Son muchos factores, principalmente, el suelo. Su gestión es muy a largo plazo. No se puede hacer de la noche a la mañana. Tiene que haber una programación y una planificación suficiente para que dé tiempo a desarrollarlo y no se cree un cuello de botella. Eso es uno de los factores que, de hecho, a día de hoy lo sufrimos en la Región de Murcia. Hay escasez de suelo y han subido los costes de construcción. El ladrillo vale en función de donde se ponga. El coste de producirlo es el mismo en Murcia que en Madrid. Si ya lo has puesto en Murcia, tiene un valor en función del endeudamiento que tiene nuestro cliente, que no podemos sobrepasar. El riesgo de no poder hacer frente a una hipoteca, también paraliza el mercado, aunque tengas esa necesidad, pero los precios no van a bajar porque estamos viendo que los incrementos de los costes van en aumento. Hay que hacer un ejercicio de reflexión general para encajarlo.

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