Dos meses seguidos de lluvias en la Región de Murcia convierten esta primavera en la más húmeda en 62 años

El bimestre marzo-abril acumuló 273 litros por metro cuadrado, superando ampliamente la anterior efeméride del año 2004, con 215 litros. Y la primavera aún no ha finalizado. Mayo arrancó con más precipitaciones y una intensa granizada que ha barrido gran parte de la Región, provocando nuevos daños a la agricultura, especialmente la fruta de hueso y el viñedo. Ha sido el remate para el campo, que muestra la cara y la cruz de una forma descarnada: un acopio de lluvias que ha recargado acuíferos y embalses; pero más que regar, han provocado cuantiosas pérdidas por la inundación de terrenos, la aparición de plagas, las heladas y el pedrisco.

Los efectos del cambio climático tienen en la Región de Murcia uno de sus principales campos de maniobras, con una mayor frecuencia de fenómenos extremos que oscilan entre las sequías y las inundaciones, y todos los estudios apuntan a la consolidación de dicha tendencia. Han sido muchos días sin sol que han alterado el paisaje y el paisanaje. La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ha guardado en el cajón la declaración de alerta por sequía en la cuenca que tenía preparada en febrero.

En lo que va de año hidrológico -desde el 1 de octubre pasado hasta el 30 de abril- las precipitaciones acumuladas en la Región alcanzan los 349 litros por metro cuadrado, que representan un 165% del valor de la media para este periodo, establecida en 211 litros. La secuencia que destaca la Agencia Estatal de Meteorología es la siguiente: octubre normal, noviembre húmedo, diciembre y febrero muy secos, enero seco, marzo extremadamente húmedo y abril muy húmedo.

El mes pasado se registró una media de 76 litros, que fue más del triple del promedio de los últimos sesenta años. Se superaron los 100 litros en varios puntos de la Región, y la mayor intensidad de lluvia se alcanzó en Benizar. Hubo tres días de nieve en las pedanías altas del Noroeste y en Sierra Espuña a partir de los 1.100 metros, con espesores de 5 centímetros. La última vez que nevó en abril fue recientemente, en el año 2018.

Se puede decir que no está faltando de nada en este cóctel de fenómenos, puesto que hubo tres días de lluvia de barro como consecuencia de la calima, que hizo su primera y llamativa aparición en marzo. Asimismo se registraron ocho días de tormentas acompañadas por 373 descargas eléctricas, unos episodios que están ligeramente por encima de la media de este siglo para el mes de abril: 7,3 días de tormentas y 358 rayos.

Los datos del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Segura recogen datos similares de precipitaciones dentro de un territorio más extenso. La red de pluviómetros del organismo de cuenca muestran un volumen bruto de precipitaciones de 6.578 hectómetros cúbicos entre los meses de octubre y abril, el equivalente a seis veces la capacidad total de los embalses de la cuenca. Las lluvias más intensas se han producido en el centro de la Región, la comarca del Mar Menor y zonas del Noroeste, donde se han acumulado hasta 480 litros por metro cuadrado en siete meses.