En mayo puede llover lo mismo que en los siete meses anteriores en la Región

A la espera de que se confirmen los datos oficiales, en varios puntos de la Región ha llovido claramente por encima de lo habitual en esta época del año. «Aunque este mes no lloviera más, ya sería muy húmedo», apunta el delegado territorial de la Aemet, Juan Esteban Palenzuela. Sobre esta base, indica que «a falta de un balance más definitivo, la primavera sería normal en precipitación; la normalidad de extremo a extremo».

El Sistema SAIH y la red de pluviómetros de la Confederación Hidrográfica del Segura muestran que se ha producido un salto en el volumen de precipitaciones: entre octubre y abril tan solo se registraron 89 litros por metro cuadrado a lo largo y ancho de la cuenca; es decir llovió cuatro veces menos que la media de los últimos cinco años. Sin embargo, este registro se ha elevado hasta los 156 litros con las lluvias de mayo. No obstante, sigue por debajo de la media del último lustro.

Sigue la inestabilidad. La Agencia Estatal de Meteorología ha emitido un aviso de fenómenos meteorológicos adversos de nivel amarillo por riesgo de lluvias y tormentas este jueves en las comarcas del Noroeste y Altiplano. En concreto, advierte de precipitaciones de hasta 15 litros por metro cuadrado en una hora, con una probabilidad que oscila entre el 40% y el 70%. El aviso amarillo estará activo entre las 12.00 y las 20.00 horas de este jueves, según fuentes del Centro de Coordinación de Emergencias. La Aemet indicó que habrá una segunda DANA en el sur peninsular, cuyos coletazos pueden alcanzar diversos puntos de la Región.

En varias zonas, las lluvias han proporcionado un riego completo para el campo, aunque los efectos son diversos: están siendo beneficiosas para determinados cultivos, pero resultan perjudiciales en otros casos. Al granizo que cayó a mediados de mes en algunas zonas, dañando cosechas de sandías, lechuga y cítricos, se le suma ahora el agua embalsada en muchas fincas, lo cual dificulta las labores de recolección de frutas y hortalizas.

En este sentido, la Federación de Cooperativas Agrarias de la Región de Murcia (Fecoam) ha advertido de que la inestabilidad meteorológica de las últimas semanas, caracterizada por tormentas de lluvia y pedrisco, «ha causado daños en numerosos cultivos» del área mediterránea, señala en un comunicado.

Fecoam ha indicado que las fuertes precipitaciones y heladas se han producido en meses en las que no son habituales, de manera tardía, y contrastan con la «grave sequía» que ha marcado el primer cuatrimestre del año, «agravando la situación de algunos cultivos ya previamente afectados» por la falta de lluvias. Advierte asimismo de que estas tormentas han provocado inundaciones que, además de afectar al desarrollo de los cultivos, hace «imposible» realizar una correcta recolección en las parcelas anegadas.

Ha alertado de que las pedanías altas de Lorca sufrieron el mayor impacto, provocando daños en viña, olivar o almendro. Además, una fuerte tromba de agua descargó sobre Cehegín, Caravaca de la Cruz, Pliego o Mula, municipios con importante producción de frutales como albaricoque y melocotón tardío.

Como explican desde Cooperativas Agro-alimentarias de España, «los partes de siniestro por pedriscos suman ya más de 34.000 hectáreas en 2023, sin haber comenzado todavía la época más habitual en la que se producen este tipo de fenómenos meteorológicos, que corresponden a productores asegurados en hasta 33 provincias españolas».

Fecoam ha recordado a ganaderos y agricultores la importancia de contar con un seguro, ya que es «la única herramienta de gestión de riesgos» a disposición del sector agropecuario, que permite hacer frente a las pérdidas económicas tras un siniestro de origen climático como el pedrisco o las heladas, añade el comunicado.

«Contar con un seguro agrario es una garantía para proteger la renta agraria, ya que, en caso de desastre climatológico, «no» tener asegurada la explotación agrícola o ganadera, puede suponer la pérdida del trabajo de todo el año», ha subrayado la organización, que ha indicado, en este sentido, que siniestros como los acontecidos por pedrisco y fuertes lluvias están cubiertos por el sistema de seguros agrarios.

Al hilo, ha precisado que son asegurables «prácticamente todos los cultivos» dentro del territorio regional y existe un respaldo por parte de las administraciones gracias a las subvenciones que otorgan para su contratación.