Vidal acusa a los díscolos de venderse por «76.000 euros anuales y chófer»

Con la sonrisa mucho más floja que la exhibida por la mañana junto a Diego Conesa, su nuevo socio político, Ana Martínez Vidal congregó a los medios de comunicación en la sede de Ciudadanos a la hora de comer para describir el acuerdo entre el PP y los diputados díscolos de su partido como «el mayor caso de corrupción política de la historia de la Región». No tuvo pelos en la lengua Vidal contra Isabel Franco, Valle Miguélez y Francisco Álvarez, a los que acusó de vender su voto en la Asamblea Regional durante la moción de censura de la próxima semana por «76.000 euros anuales y un chófer en la puerta de casa», en referencia a sus nuevos cargos en el Ejecutivo autonómico. «Nuestros afiliados y votantes sienten vergüenza ante esta subasta de voluntades», definió.

La máxima responsable de Ciudadanos en la Región explicó también que su partido inició los tramites para expulsar a estos tres diputados del grupo parlamentario en la Asamblea Regional -aunque formarán parte del Grupo Mixto y la renuncia a su acta solo depende de ellos- y añadió que «comprometieron su voto» en la firma de la moción «y durante dos días lo ratificaron. Ahora tendrán que retratarse ante los murcianos». Además, dejó claro que su partido y el PSOE seguirán adelante con la censura al presidente López Miras por ser «más necesaria que nunca», coincidió con Diego Conesa. Una encrucijada parlamentaria en la que los diputados «tendrán que elegir entre corrupción o dignidad», según la exportavoz del Gobierno regional.

En las filas naranjas más cercanas a Martínez Vidal hay verdadera indignación por el movimiento de los tres diputados díscolos, con palabras durísimas. «Sabíamos que Isabel, Valle y Paco eran el verdadero problema de Ciudadanos en la Región pero creíamos que no tendrían tanta ambición como para hacer algo así. Intentaron hacer del partido su chiringuito con personas afines. Ana Martínez Vidal paró todo eso. Ellos se la tenían jurada. Hoy, todo su egoísmo, su vanidad y su ambición ha podido más que la vergüenza de romper con todo lo que han hecho estos últimos años», aseguran fuentes del equipo de Martínez Vidal consultadas por LA VERDAD. Sobre la posible ambición de la coordinadora autonómica de Cs a la hora de aspirar a la presidencia de la Comunidad, pactando una moción de censura en secreto durante semanas a espaldas de su socio de Gobierno, las mismas fuentes argumentan que «nadie llega a presidir una Comunidad Autónoma sin ambición; pero una cosa es ambición sana y otra cosa es la ambición sin escrúpulos». La ambición va por barrios y por varas de medir en Ciudadanos, a juzgar por estas declaraciones.

Martínez Vidal compareció junto a Juan José Molina, nuevo portavoz de Ciudadanos en la Asamblea Regional, y Mario Gómez, vicealcalde rebelde de CS en al Ayuntamiento de Murcia. «En una región asolada por la corrupción del PP, nos sumamos al primer gobierno de coalición con la esperanza de propiciar un cambio en ese modo de entender la política, pero ha sido imposible. Nos han robado esa oportunidad y estamos indignados con el 'vacunagate', el capitalismo de amiguetes y los contratos irregulares», enumeró Vidal para justificar la moción de censura. «Se creen que la Región es de su propiedad, su cortijo», dijo.

Por otra parte, Ana Martínez Vidal añadió que los concejales de Cs en el Ayuntamiento de Murcia y los diputados regionales cuentan con «protección policial ante posibles 'escraches'. Es el triste resultado de luchar y denunciar la corrupción. Si creen que van a intimidarnos se equivocan».