Ver 7 fotos
Ver 7 fotos
«La situación es de calma tensa». Así define el catedrático de Ecología Ángel Pérez Ruzafa el estado actual del Mar Menor, el cual ha ... experimentado en la recta final de agosto «una mejoría en diversos parámetros», pese a tratarse del mes veraniego por excelencia. El investigador Pérez Ruzafa, encargado del seguimiento del estado ecológico del ecosistema lagunar, advierte, no obstante, de que «los riesgos siguen ahí», según informó en la última reunión del Comité Científico del pasado viernes.
Publicidad
Entre las amenazas para el estado de la laguna, la más inminente puede aparecer en septiembre en forma de DANA, que conllevaría la entrada de grandes volúmenes de agua dulce, arrastres y sedimentos, razón por la cual todos cruzan los dedos. «Si se producen lluvias torrenciales, se pueden volver a romper las condiciones actuales; ese riesgo siempre existe», apunta Pérez Ruzafa. El catedrático de Ecología de la UMU destaca la capacidad de supervivencia del Mar Menor, que «se defiende como puede», en referencia al impacto que tienen las actividades agrícola y turística y la afluencia de veraneantes en esta época.
Las últimas mediciones presentadas la semana pasada revelan mejores valores, en general, en transparencia del agua, de hasta cinco metros en diversas zonas, en las concentraciones de clorofila y en nutrientes. La zona más expuesta sigue siendo la parte sur. Los valores de oxígeno fueron normales a pesar de las altas temperaturas del agua, que se han amortiguado estos días. A mediados de agosto se detectó un riesgo de hipoxia puntual en algunas zonas, que no llegó a materializarse. Pérez Ruzafa indicó que persiste la anomalía de la mancha blanquecina, localizada principalmente entre la desembocadura del Albujón y El Carmolí.
Los nitratos y fosfatos siguen entrando en la laguna como consecuencia de la actividad agrícola y poblacional. En este último caso, como consecuencia del nivel freático, que permanece muy elevado y propicia una mezcla con las aguas residuales urbanas, recalca Ruzafa. En julio y pese a las altas temperaturas, el Mar Menor mostró señales de estabilidad con buenos parámetros de transparencia, oxígeno y clorofila, según el informe de seguimiento que emitió el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC). Unos resultados que contrastaban con las «continuas y masivas entradas de agua y nutrientes de origen antropogénico», señaló este organismo de investigación del Estado, lo que sugiere que el humedal «cuenta aún con mecanismos efectivos de transformación y control».
Publicidad
En el informe presentado a mediados de agosto al Comité Científico, sus autores (Ángel Pérez Ruzafa, Alfredo Fernández-Alias y Manuel Rosendo Conde) indicaron que los aportes de nutrientes se mantienen con elevadas concentraciones de nitrato a lo largo de toda la ribera interna de la laguna y descargas ocasionales, pero cada vez más frecuentes y altas de fósforo. «Es necesario insistir una vez más en que el principal problema sigue siendo que el nivel freático permanece muy alto y el aporte continuado de nutrientes y agua dulce se puede ver muy incrementado si se producen lluvias, debido a la escasa retención por parte del terreno», apuntaron.
El catedrático de Ecología e investigador del Comité Científico Pérez Ruzafa considera que ha sido «un acierto» no colocar este verano la redes antimedusas, como él mismo propuso. Considera que pese a los inconvenientes y molestias que puede causar a los bañistas en algunas zonas, las medusas no han llegado en abundancia a las playas. Apunta que las redes no habrían sido efectivas debido al menor tamaño de las especies, a la vez que recuerda que las poblaciones de medusas «juegan un papel importante en los ecosistemas y en el mantenimiento de la calidad de las aguas en procesos de eutrofización». Entre sus consideraciones, los asesores del Comité Científico insisten en que la entrada de agua dulce, por sí sola, «es un factor desequilibrante para el funcionamiento del Mar Menor, cuya fauna y flora está adaptada a condiciones hiperhalinas, con efectos constatados como los ya comentados en informes anteriores de mortandades masivas en las poblaciones de 'Holothuria poli' (pepino de mar) o los riesgos de expansión de parásitos causantes de la mortalidad que afecta a las poblaciones de nacra».
El mundo cambia, LA VERDAD permanece: 3 meses x 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.