Vox le pasa factura a López Miras

En fin, el objetivo del partido de Abascal es relajar todo lo que incomoda y obstaculiza al sector agropecuario de la cuenca vertiente del Mar Menor, que ve peligrar su actividad. Tanto los pequeños, como las grandes empresas de la zona que velan por su intereses. De otra forma no se entiende el sentido de esta pretendida reforma de gran calado de una de las principales leyes autonómicas, pese a que Vox argumente que su iniciativa protege mejor la laguna costera. Otra cosa es tratar de hacer compatibles todos las actividades con la preservación del ecosistema, que sigue en peligro; un equilibrio que a la vista está resulta bastante complicado.

Vox le quiere dar la vuelta a la ley como a un calcetín, derivando la carga de la prueba a los municipios costeros, y no a la agricultura y la ganadería; señalando que la culpa de la eutrofización del Mar Menor la tienen principalmente las aguas residuales urbanas, razón por la cual quiere apretar las tuercas sobre las redes de saneamiento. Un planteamiento que no se compadece con la contaminación de los acuíferos, la sobrecarga de nitratos agrícolas y la evidencia científica de su impacto sobre la albufera. Además, trata de echar por tierra la red de depuración y regeneración de la Región de Murcia, que se considera un ejemplo mundial. La reforma propuesta saca del ámbito geográfico de aplicación de la ley a Fuente Álamo, lo que implica dejar fuera a 250 granjas porcinas donde se ceban al año unos 700.000 cerdos.

No es una sorpresa. Vox ha hecho lo que venía anunciando y ha movido la principal pieza del tablero. El PP puede haber recibido un gol por toda la escuadra y tendrá que retratarse. Tendrá que retratarse y pronunciarse cuando la proposición de ley de sus socios se tramite en la Asamblea. Decir con insistencia que no dará un paso atrás en la protección de la laguna no significa que renuncie a tocar la ley. En algunos mentideros creen que pudo haber contactos previos de Vox, de tanteo, con algunas instancias populares, al tratarse de una operación de tanto alcance. Creen además que hablar de reformar la ley del Mar Menor no debe ser tabú, ya que se ha retocado dos veces desde que nació en 2020. Vox ha colocado la pelota en el tejado de López Miras. Por lo pronto, no se percibe mucha tensión entre los socios.

Merece otro capítulo el rocambolesco lanzamiento de la reforma, cuyo borrador se repartió entre los miembros del Consejo de Gobierno para su conocimiento, «por cortesía». En su gestación han participado muchos actores, bajo la tutela de 'Madrid', donde tienen que dar el visto bueno al borrador final. De hecho, en Madrid han hecho varias correcciones a diversos apartados de la proposición de ley. No se sabe quién, pero se pueden intuir algunos nombres. En la confección han participado el Grupo Parlamentario de Vox en la Asamblea, responsables de ordenación del territorio y un equipo de agrónomos del partido. A través de una comunicación interna, estos han recibido aportaciones y datos de diversos colectivos: organizaciones agrarias, miembros de Proexport, de Fundación Ingenio y de Agroingenieros por el Mar Menor, entre otros. Así pues, al PP le toca mover ficha, con la coalición de gobierno en juego. Vox le ha pasado a López Miras la factura por apoyar su investidura como presidente.