Vox deja en el chasis la ley del Mar Menor

Apunta, asimismo, que «ya no existen las razones de urgencia» que justificaron una regulación tan específica, por lo que hay que deslegalizar gran parte de la ley actual en normas de rango reglamentario. «Tenemos un texto legal que en estos momentos no resulta operativo», subraya Vox. Presenta una reforma que supone dejar el cuerpo de la ley en el chasis, desagregando los capítulos V y VI (la madre del cordero de las restricciones a las actividades agropecuarias) en un formato de nuevas normas reglamentarias dependientes de la Consejería de turno. Resulta obvio que el sector agro, incluidas las tres organizaciones representativas Coag, Asaja y UPA, abogan por revisar y adaptar la ley del Mar Menor a la 'realidad' del Campo de Cartagena y a la 'experiencia' de los casi cuatro años de su aplicación, y en ese sentido Vox ha lanzado un órdago que además resulta afín a los postulados ya conocidos de la Fundación Ingenio. De hecho, comentan en el sector que dicho 'lobby' ha metido casi toda la cuchara en el texto. El PP se ve cada vez más forzado a mover ficha, y en este sentido el Gobierno de López Miras dejó ayer una puerta entreabierta para sentarse a estudiar la aplicación de normativas ambientales, un foro donde las organizaciones agrarias quieren incluir el Mar Menor evidentemente.

El borrador de Vox elimina de un plumazo el municipio de Fuente Álamo del ámbito de aplicación de la ley, lo que equivale a dejar fuera 250 granjas en las que se ceban 700.000 cerdos al año. Argumenta que, según un informe del Instituto Geológico y Minero, la masa de agua subterránea de esa zona no tiene conexión con el acuífero Cuaternario. No obstante, parte de los municipios de Alhama de Murcia y Mazarrón, más alejados geográficamente de la cuenca vertiente, siguen dentro a todos los efectos.

El texto del partido de Abascal, tutelado y corregido desde 'Madrid', aligera la filosofía y connotaciones medioambientalistas, e ignora sin disimulo órganos de participación como la Comisión Interadministrativa, el Consejo, y el Comité de Asesoramiento Científico. Además, deroga de un plumazo las entidades colaboradoras, a la vez que prescinde del corredor ecológico que debe incluir el Plan de Ordenación. Altera el catálogo de infracciones leves, graves y muy graves; suaviza la prohibición para construir nuevos puertos deportivos; y restringe la implantación de plantas fotovoltaicas (otra gran fijación). Deriva a los ayuntamientos (deben realizar auditorías de las aguas urbanas) gran parte de la responsabilidad por la contaminación de la laguna; y pide que se obligue a la CHS a informar cada año de la red de control de nitratos, al detalle.

Como colofón, todas las fincas pequeñas y microexplotaciones de menos de 10 hectáreas de regadío y 30 de secano, quedarían exentas de cumplir el amplio catálogo de restricciones y medidas. Vox, que sostiene que su ley protege mejor el Mar Menor, no se deja nada en el tintero.