PP y Vox entran en bucle

Agricultura podría ser, en el caso hipotético de que Vox entrara en el Gobierno de López Miras -a lo cual se resiste el PP con uñas y dientes-, pero la gestión de la laguna es una línea roja, uno de los pilares de la acción política de la Comunidad. El PP valenciano ya ha dado las competencias de Agricultura a Vox; y está por ver lo que sucede en Aragón, donde los de Abascal exigen también esta cartera. Y hay que esperar a Extremadura y Baleares. El precedente lo marcó el año pasado el PP de Castilla y León.

En este contexto, fuentes regionales de Vox explican que piden lo mismo en todas las comunidades autónomas donde el PP necesita sus votos para gobernar, lo cual incluye las competencias de Agricultura. Creen que esto se da por sobreentendido, máxime considerando que el lema de la campaña en las recientes elecciones autonómicas era 'Riega'. «Es bastante significativo», puntualizan. Recalcan sin embargo que no han planteado nada porque López Miras aún no se ha sentado a hablar. Argumentan que si un tercio de los votos de derechas corresponden a Vox, un tercio de las políticas que lleve a cabo el futuro Gobierno regional deben ser de Vox, y por lo tanto han de ser ejecutadas por ellos ya que de lo contrario no se cumplirían. Este planteamiento implicaría que, llegado el momento, reclamarían más consejerías y no se contentarían solo con Agricultura. Frente a esto, y a día de hoy, el PP se niega en redondo a darles entrada en el Gobierno.

En el partido de Abascal traen a colación el documento de 23 propuestas que negociaron con el PP en el año 2019 para facilitar la investidura de López Miras, y que consideran que fueron incumplidas. Cito algunas: evitar el adoctrinamiento político en las aulas; el pin parental, reducir gastos superfluos en la Administración, recortar el sector público, auditar las subvenciones, ley de protección integral de las familias, apoyo y protección a las mujeres embarazadas, prevención de cualquier tipo de violencia intrafamiliar, control de fronteras, revisar la creación de centros para menores inmigrantes, interconexión de cuencas y nueva ley de protección integral del Mar Menor que haga compatibles todos los usos. Gran parte de aquellas propuestas serán exigidas ahora, lo cual nos lleva a que PP y Vox ya se vieron las caras hace cuatro años para que Miras pudiera gobernar, al faltarle un voto que sumar a los 6 que le proporcionaba Ciudadanos. En aquel tira y afloja, Vox llegó a pedir una consejería, que no obtuvo. Con ese precedente, en el que López Miras necesitó varias votaciones para ser investido, los de Abascal multiplican ahora la presión y sus exigencias, al verse con más del doble de escaños.

En cuanto al Mar Menor, el presidente en funciones reitera que no piensa dar un paso atrás en la protección de la laguna, que separó hace meses de la Consejería de Agricultura. Los planes le saldrían redondos a Vox con las competencias del Mar Menor, ya que su objetivo es aprobar una nueva ley. Le toman la palabra a Miras, pero a la inversa: no hay que dar un paso atrás, sino un paso adelante para protegerlo, dicen, obviamente con sus propuestas, que no son las del PP (que ganó en todos los municipios del ámbito del Mar Menor, excepto en Los Alcázares) y menos las del Ministerio.

En el ámbito regional indican desde Vox que Santiago Abascal es quien marca la política de pactos, y añaden que se llevan bien con Iván Espinosa de los Monteros y con Jorge Buxadé. Diversos medios los relacionan con el ala moderada y dura del partido, respectivamente, lo cual puede estar condicionando los acuerdos territoriales con el PP. Del lado de Buxadé incluyen como aliados a Kiko Méndez Monasterio, Julio Ariza y Luis del Rivero, empresario murciano con intereses en el Campo de Cartagena.

López Miras, que fue entrevistado ayer por TVE, fue preguntado en tres ocasiones si introduciría consejeros de Vox en su futuro Gobierno, a lo cual contestó que está legitimado para tener un Gobierno en solitario. La presentadora insistió en que le diera un sí o un no, y como insistía en su argumento, aquella le anotó un 'no'. Miras no quedó tranquilo. Dejó entrever que quiere tener todas las opciones abiertas, por lo que pueda pasar.