El Miteco debe tomar nota del clamor del Levante
El éxito de la convocatoria de los regantes une a la sociedad levantina, aunque los socialistas murcianos se encastillan en su defensa del Ministerio
Al final hubo representación municipal socialista en la concentración de apoyo al Trasvase, aunque por parte murciana fuera presencial, de perfil bajo y sin ... suscribir el manifiesto del Sindicato de Regantes en contra de la política hídrica del Ministerio. Ha sido como querer estar y no estar, a diferencia de otros municipios socialistas de las provincias de Alicante y Almería que lo tienen más claro. La protesta estuvo precedida por unas insólitas declaraciones del líder socialista murciano, Francisco Lucas, en contra del dirigente de los regantes del Trasvase, Lucas Jiménez, que supuso una ruptura en las relaciones que mantenía hasta ahora este partido con dicha organización, la cual representa a 80 comunidades de regantes de la Región de Murcia, Alicante y Almería. Fue una crítica de Francisco Lucas hacia Lucas Jiménez, en un tono desacostumbrado que denota la tensión en la que viven los socialistas murcianos a causa del recorte del Trasvase y la necesaria garantía de agua para el Sureste.
Su nerviosismo es lógico, ya que se encuentran atrapados entre la obediencia al Gobierno de Pedro Sánchez y la obligación de defender los intereses de sus votantes y del territorio al que representan. Tienen muy complicado el intento de vender su mensaje de que el Trasvase «es irrenunciable», pero que hay que apostar por la desalación debido al cambio climático. Máxime cuando el Miteco pretende acogotar el acueducto con unas nuevas reglas que asfixiarán la transferencia de caudales. Y ello sin alternativas suficientes a corto y medio plazo.
Negociaciones del PSRM
El secretario del PSRM fue demasiado lejos al decir que Lucas Jiménez «se equivoca de planteamiento porque no está velando por los intereses de los regantes»; y que va a llevar a la Región y a los agricultores «a un callejón sin salida». El dirigente socialista quizás haya recapacitado sobre esas declaraciones, ya que a la vista está que se equivoca de plano, y más si conociera lo que piensan muchos regantes que reclaman protestas más contundentes frente al Ministerio. Francisco Lucas también llamó personaje y populista a su correligionario Emiliano García-Page, que equiparó al posicionamiento de Fernando López Miras en materia de agua.
No obstante, los socialistas murcianos se están enrocado y, como se comprobó ayer, le han comprado a García-Page y al Miteco el discurso de las sentencias del Supremo para fijar caudales ecológicos, que es una interpretación interesada, ya que las medidas que está ejecutando el Ministerio, y las que vendrán, son decisiones políticas que no aparecen reflejadas en dichas sentencias.
Francisco Lucas también tiene la pelota en su tejado para tratar de frenar al Ministerio y buscar medidas viables y realistas para la Región de Murcia. Me consta que está en ello, y habrá que esperar a ver los frutos, si es que el Miteco se aviene a rectificar. Esperemos que no suceda lo mismo que con la negociación para amortiguar el impacto de los caudales ecológicos, un pacto que que frustró Teresa Ribera.
Es precisamente el Gobierno de la nación el que está llevando a los regantes del Segura a un callejón sin salida si no cambia su hoja de ruta y toma medidas acompasadas entre las planificaciones del Tajo y del Segura, y entre un adecuado mantenimiento del Trasvase para riego y el incremento de la desalación.
A cuenta del manifiesto (los árboles impiden al PSOE ver el bosque), Lucas Jiménez quitó hierro a las palabras del líder socialista y dijo que la protesta no va contra el PSOE regional, sino contra el Miteco. A esta movilización seguirán otras, por lo que este partido deberá tener muy clara su posición, máxime si hay que votar en el Congreso el cambio de las nuevas reglas del Trasvase, en el caso de que llegue ese momento. Una difícil papeleta. La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, declaró a LA VERDAD que los socialistas «no son los malos», y que nunca ha faltado agua con ellos en el Gobierno, aunque Teresa Ribera recortó siempre que pudo los envíos de agua. El futuro que se vislumbra, sin embargo, no invita al optimismo.
Los municipios y las instituciones sociales han respondido a la llamada del Sindicato de Regantes, en un acto multitudinario e inequívoco en defensa del agua. Un éxito de participación, ya que el plan del Ministerio, además de su impacto en las economías locales, también afecta al abastecimiento urbano. 1) Con las nuevas reglas aumenta la probabilidad de trasvases cero, según el informe del Cedex. 2) La aportación de agua desalada para 2,5 millones de habitantes ya es superior a la del Trasvase y del río Taibilla, y va en aumento. 3) La Mancomunidad de Canales del Taibilla mantiene la misma tarifa de agua desde hace diez años, pero podría incrementarla. Puede que hasta ahora no lo haya hecho por decisión política del Gobierno. Esta situación implica a toda la sociedad y no solo a los regantes. El Miteco debe tomar nota, recapacitar, buscar un entendimiento y dar garantías al Levante. Debe prevalecer el consenso, aunque me temo que seguirá la división, visto lo visto.
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