Miras pide «tranquilidad» al PP

En este contexto, en el PP regional no saben nada en estos momentos, apunta Luengo, quien no se atreve a hacer un pronóstico de lo que puede suceder. «Si Vox no mueve un ápice sus posiciones iniciales, el tema estará muy complicado», indica Luengo en referencia a las condiciones que puso el partido de Abascal de una vicepresidencia, dos consejerías y una especie de examen sobre la idoneidad de los miembros del gabinete, además de ciertas políticas que pretende llevar a cabo para que se note la presencia de Vox. «Si Vox sigue con los mismos postulados del principio», recalca Luengo, la posibilidad de acuerdo estará lejos.

El acuerdo se puede estar hilvanando desde las direcciones nacionales de ambos partidos, en contacto y connivencia con los respectivos interlocutores regionales, para ver hasta dónde puede ceder o tensar cada parte. Es probable que el resultado, el marco general, venga dado desde Madrid y que los flecos se resuelvan posteriormente en la Región. Aunque puede que no sean simples flecos, a tenor de las condiciones que puso Vox inicialmente. Si hay acuerdo, y esta sería la segunda parte, habría que comprobar si resulta viable a la postre para la gobernabilidad de la Región durante los próximos cuatro años, ya que José Ángel Antelo y su equipo no se lo van a poner fácil a López Miras.

Los más favorables al pacto opinan que las relaciones «van por el camino del entendimiento», como apuntó el alcalde de Lorca, pero lo cierto es que en la Región se ha impuesto la ley del silencio, la 'omertá'. Formalmente, uno espera la llamada del otro para sentarse en los próximos días, aunque hay quien opina que existe tiempo para rematar la jugada hasta minutos antes del Pleno de investidura. O sea, que el tira y afloja puede mantenerse hasta un minuto antes de la votación.

El Consejo de Gobierno en funciones reanuda hoy su actividad tras el paréntesis vacacional y puede que los miembros del gabinete sigan tan a oscuras sobre el futuro inmediato como el PP regional.