La Región de Murcia evidentemente no es Galicia, aunque los flujos y reflujos en las mareas políticas pueden llegar a cualquier latitud; máxime si se ... trata de la fuerte marejada gallega que ha desarbolado a los socialistas en el primer examen electoral después del 23-J, con la ley de amnistía en danza y los pactos con los separatistas. Es difícil averiguar cuánto han pesado los factores locales y los nacionales, pero las políticas de Pedro Sánchez no han pasado el test; la siguiente prueba vendrá con las elecciones europeas de junio y no parece que las expectativas vayan a ser mejores para el PSOE. Como reacción al desastre en Galicia, cabe esperar el próximo movimiento de Pedro Sánchez (un 'sorpasso' como hizo tras las autonómicas de mayo), quien ha puesto el foco en los liderazgos regionales del partido.
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En la Ejecutiva de ayer, el líder socialista echó balones fuera apuntando a sus barones autonómicos y argumentando que la amnistía no ha sido la causa del naufragio, que la culpa no es suya. Añadió que hay que reforzar la estructura territorial del partido. José Vélez tendrá de qué ocuparse y/o preocuparse tras el aviso de su superior, urgiendo a «consolidar liderazgos» en las autonomías que trasciendan incluso la marca socialista. Como cabía esperar, Emiliano García Page, el único barón con mayoría absoluta, discrepa y señala como causa los pactos con los separatistas.
La responsabilidad para Sánchez está pues en la falta de liderazgo de sus barones. ¿Se avecina una purga territorial? ¿Tiene José Vélez motivos para ver peligrar su puesto? Precisamente el secretario regional del PSRM hizo ayer una lectura en esta línea, pero dirigida a consolidar su posición en la Región. Lo hizo antes de que la Ejecutiva reunida en Ferraz lanzara su aviso a los jefes territoriales. Vélez declaró que a los socialistas gallegos les ha penalizado «la falta de continuidad en el liderazgo». «No podemos estar cambiando de candidatos en todas las elecciones», apostilló. Tiene razón en el sentido de que los socialistas murcianos han tenido siete candidatos/as autonómicos –casi uno por convocatoria electoral– desde el año 1995, mientras que los populares han tenido tres.
Pronto se conocerá si habrá movimientos, y si a Vélez le mueven la silla. Sus resultados en las autonómicas de mayo fueron malos. Se quedó con 13 diputados y el 25,6% de los votos (14% en el caso de sus camaradas gallegos); un porcentaje que solo bajó 8 décimas el mes pasado, según el Barómetro de Invierno del Cemop, con la que está cayendo. Si hubiera relevo en la dirección regional, la sombra podría hacérsela el diputado nacional Francisco Lucas, que además preside la Comisión de Justicia del Congreso donde se está ventilando el ley de amnistía. Lucas es el único candidato a la secretaría general del PSOE en el municipio de Murcia. Otros dirán que también está María González en la retaguardia. No hay congresos del PSOE a la vista, por lo que, salvo sorpresas, Vélez también podría tener tiempo para afianzar el liderazgo que le exige Sánchez.
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Murcia y Galicia tienen en común el arraigo del PP en el poder. López Miras podría tener la tentación de adelantar elecciones si encontrara a medio plazo un contexto muy favorable para intentar prescindir de sus incómodos socios de Vox. Una operación nada fácil. El partido de Abascal ha pinchado del todo en Galicia, pero aquí tiene una posición fuerte y la encuesta del Cemop le dio incluso un incremento de tres puntos. Sus relaciones con los populares se deterioran cada vez más y en la Región van a su bola. Puede que Abascal mueva también algunas fichas antes de tiempo y tensione sus pactos autonómicos.
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