Esta legislatura con tintes de provisionalidad no ha podido tener peor estreno. No me refiero tanto a la imposibilidad, hasta este viernes, de conformar un ... gobierno, sino al varapalo que ha sufrido el Mar Menor, expuesto de nuevo a la voracidad urbanística debido a la 'faena' colectiva del Gobierno regional y de los grupos parlamentarios, visualizada ayer en la Asamblea. No cabe duda de que el Ejecutivo en funciones tiene la principal responsabilidad al presentar un texto con partes confusas y polémicas, pero sobre todo por su incapacidad para sacar adelante el Plan de Ordenación Territorial, una herramienta clave para preservar el ecosistema y que acumula un considerable retraso.

Publicidad

Estamos pues ante lo más parecido a una chapuza, que no debería ser tal de haber imperado el sentido común: bastaba con que el decreto se hubiera tramitado como proyecto de ley para ser revisado y mejorado en la Asamblea con las aportaciones de todos los partidos, mientras se convalidaba el texto para mantener en vigor la moratoria, aunque no fuera perfecta. No ha sido así, y hay que empezar de nuevo, con el peligro de que se cuelen algunos proyectos urbanísticos. En esta incipiente legislatura parece que se ha convertido en costumbre que Vox vote junto al PSOE y Podemos. La izquierda pudo haber evitado este descalabro facilitando la otra vía parlamentaria, porque ya sabemos lo que hará el partido de Abascal en todo lo referente al Mar Menor.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

El mundo cambia, LA VERDAD permanece: 3 meses x 0,99€

Publicidad