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A la izquierda, el fallecido P.M.T., en mayo de 2018; a la derecha, otro sospechoso, junto al juzgado. Vicente Vicéns / AGM
El qué será de 'La Manada de Beniaján'

El qué será de 'La Manada de Beniaján'

La reciente muerte del principal acusado de una violación grupal en 2018 arroja crear incertidumbres sobre el devenir de la causa

Domingo, 23 de mayo 2021, 01:30

La mañana del pasado 27 de febrero, cuando un funcionario del centro penitenciario de Campos del Río halló el cadáver de P.M.T. en la celda que ocupaba en el módulo 2, el sumario 4/2019-BZ del Juzgado de Instrucción número 3 de Murcia se vio despojado de un plumazo de su principal encausado. Estas diligencias, cuya instrucción está ya muy avanzada, se orientan a esclarecer un suceso que en los primeros días de mayo de 2018 concitó la atención de los medios de comunicación de toda España: la presunta violación grupal de una joven de 22 años de edad por tres varones, perpetrada en un huerto y más tarde en una vivienda de Beniaján. Si ya el asunto era de por sí suficientemente grave como para provocar tal interés mediático, a ello se sumaba que solo unos días antes, el 26 de abril, la Audiencia Provincial de Pamplona había dictado su polémica sentencia sobre 'La Manada' de Los Sanfermines, por la que el tribunal, sin unanimidad, declaró culpables de abuso sexual a los cinco varones encausados y les castigó con penas de más de nueve años de cárcel.

La indignación explotó en aquellos momentos entre muchos ciudadanos, y particularmente entre el colectivo femenino, que dirigió sus iras no solo contra el magistrado que no apreció delito y defendió la exculpación de los imputados, sino contra los otros dos que no consideraron que los hechos fueran constitutivos de violación, sino solo de abuso. Las manifestaciones se sucedieron en muchas grandes ciudades españolas, con lemas como «No es abuso, es violación» y «Yo sí te creo», y en los medios de comunicación, arrastrados una vez más por la vorágine, los informativos se abrían esos días con cualquier noticia que sonara, incluso de muy lejos, a violación grupal.

Vestida con un pijama rojo

Fue en la tarde del 25 de abril de ese 2018 cuando una joven de 22 años de edad acudió al hospital Virgen de la Arrixaca en compañía de su madre y su hermanas, quienes la acababan de recoger de un domicilio de Beniaján. La chica vestía una camiseta roja de un pijama, que era lo único que había hallado en la vivienda con lo que taparse los pechos, y acaba de desvelar a sus familiares que a lo largo de la tarde y la noche anteriores había sido objeto de varias violaciones por parte, presuntamente, de tres hombres. El examen forense halló pequeñas lesiones y hematomas compatibles con una agresión sexual.

En su posterior denuncia ante la Guardia Civil, la mujer contó que la tarde del día 24 se había desplazado en taxi hasta la pedanía murciana de Beniaján para encontrarse con un conocido, R.O.L., con el aparente propósito de tomar unas cervezas. A su llegada al lugar, una zona de huertos próxima al casco urbano, la chica se habría encontrado con que su amigo estaba acompañado por otro varón, P.M.T., aunque en ese momento no le dio mayor importancia al asunto.

La muchacha declaró que fue forzada en un huerto y en una casa cuando se hallaba inconsciente por el alcohol y los fármacos

Es ya en este punto cuando las versiones de estos tres protagonistas se contradicen de manera patente. Así, la joven sostiene que comenzaron a beber cerveza y que, en un momento dado, P.M.T. le ofreció una pastilla. «Empecé a sentirme mal y perdí la conciencia», declaró luego a la Guardia Civil, y añadió que al recobrar levemente el sentido se encontró prácticándole una felación a P.M.T., mientras R.O.L. le sujetaba la cabeza, pues no podía siquiera mantenerla erguida. Seguidamente, P.M.T. le habría bajado los pantalones y la habría penetrado.

R.O.L., por su parte, declaró a los investigadores que él se marchó del huerto a comprar cerveza y a buscar porros y que, al retornar, su amiga y P.M.T. se estaban subiendo los pantalones como si hubieran mantenido sexo consentido. La versión de P.M.T. se aparta de las dos anteriores, pues declaró a los investigadores que en ningún momento, en aquel lugar, hubo relación sexual alguna, ni forzada ni consentida. La negativa absoluta por toda estrategia.

Fiesta en un dúplex

Después de ese primer episodio, los dos hombres la habrían conducido a una vivienda cercana, tipo dúplex, donde se encontraba el propietario, J.L.M.G., y otras personas que escuchaban música, bebían alcohol y consumían hachís. Allí, según señaló la mujer, le dieron un bocadillo y una bebida de cola, ya que se encontraba muy mareada y con pérdidas de conciencia, lo que habría sido aprovechado de nuevo por P.M.T. para volver a agredirla sexualmente en una habitación.

Siempre atendiendo a sus declaraciones ante la Guardia Civil y en el juzgado, cuando se despertó a la mañana siguiente se encontró con que estaba semidesnuda y el dueño de la vivienda le habría dicho que tuvo sexo con ella mientras estaba inconsciente. Un hecho que, de haberse producido, sería constitutivo de una nueva violación.

Las detenciones de los tres sospechosos se produjeron unos días después, en torno al 8 de mayo, en plena resaca de la sentencia de 'La Manada' de Pamplona, por lo que no debe de extrañar que este asunto fuera bautizado como 'La Manada de Beniaján'. Todos ellos negaron cualquier tipo de agresión sexual sobre la mujer y coincidieron en que, a lo largo de aquellas tarde y noche, ella apenas podía tenerse en pie por el exceso de alcohol consumido.

El juez de guardia no ordenó el encarcelamiento provisional de los tres presuntos implicados, aunque sí su alejamiento de la víctima, y solo uno de ellos acabó entre rejas por tener pendiente una orden de busca y captura e ingreso en prisión. Ahora, con el fallecimiento en prisión de P.M.T, surgen dudas sobre cómo puede influir este hecho en el devenir de un asunto cuya investigación está prácticamente instruida.

Por lo pronto, las pruebas periciales ya han permitido obtener perfiles genéticos que apuntan a que el fallecido P.M.T. y el dueño de la vivienda, J.M.L.G. pudieron mantener relaciones sexuales con la mujer. Un dato que sin duda pesará en las próximas decisiones que se adopten.

Castaño: «Voy a seguir luchando para depurar por completo todas las responsabilidades»

El letrado Melecio Castaño, quien ejerce la acusación particular en este procedimiento en representación de la víctima, afirmó a LA VERDAD que «vamos a seguir luchando y a hacer todo lo posible para que se depuren por completo las responsabilidades por este asunto». Aunque reconoció que el fallecimiento del principal sospechoso dificulta a priori la resolución del caso, advirtió de que «ello no puede impedir que sigamos actuando contra los otros dos, pues a uno lo acusa de haber cooperado en la violación del huerto y al otro de aprovecharse de que estaba privada de sentido para mantener relaciones sexuales con ella». Castaño dejó constancia de que las versiones entre los tres encausados ofrecían claras contradicciones y alertó de que las pruebas periciales desvirtúan la declaración del ahora fallecido P.M.T., «quien según todos los datos no dijo la verdad cuando aseguró que no había mantenido relación sexual alguna con mi clienta».

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